Capítulo 3.

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Apenas es lunes, su primera clase del día es filosofía, ¿la filosofía servía de algo para un futuro en la política? Sí, pero de todas formas no podía entender mucho de la materia. Así que en contra de la voluntad de Alex, ella se metería a su habitación y robaría los apuntes que su hermano había tomado años anteriores.

Estudiar no era su cosa favorita en el mundo, pero poder empaparse de conocimiento le gustaba. Saber que eso le aseguraba un lugar en la política, poder ayudar a mejorar su país. Su segundo país.

Texas era su ciudad, ahí había crecido y madurado. Su primer beso, sus primeras amigas, todo había sucedido en ese estado. Así que al igual que Alex, ella quería ganárselo.

Cuando la clase acaba, Marie revisa su celular, entre sus notificaciones puede ver las fotos de algunos famosos y también el rostro de su hermano. Alex es popular, las mujeres lo adoran y está segura de que unos cuantos hombres también. Con June es igual, sobra decir que Nora se roba las miradas de todos.

Ella es un soporte para que el trío de oro brille, está bien con eso, no le molesta no ser el centro. Con hermanos mayores como June y Alex, está más que acostumbrada.

Marie está a punto de guardar su celular cuando un mensaje llega, un número desconocido se mezcla en su pantalla y ella arruga la nariz. Al abrirlo puede encontrarse con algo ofensivo.

«¿Te ves así de mal todas las mañanas o te beso un mono ese día?»

Junto al texto se encuentra adjunta una foto suya en el metro de Nueva York, es una fotografía de algunas semanas atrás. Su cabello está hecho un desastre y el café en su mano deja en evidencia la falta de sueño.

«Soy Bea, por cierto»

Entonces la arruga en su frente desaparece y decide agendar el nuevo número; "zanahoria seca".

Las semanas se pasan volando, Beatrice se asegura de dejarle en claro lo poco beneficiada que la segunda hija se ve en las fotografías, pero poco a poco ha calmado el nivel de ataques.

«Tú no eres muy perseguida por los paparazzi, apenas puedo encontrar fotografías tuyas en internet, ¿por qué?»

Marie le pregunta una vez, ella se encuentra en la bañera mientras textea un poco con la princesa, en su país son las tres de la tarde y en el suyo las ocho de la noche.

«¿Me buscas en internet? Sé que soy bonita, pero ser el crush de la segunda hija es algo nuevo»

Dios, ella no puede creer el ego de esa mujer, siendo tan encantadora frente a los demás y arrogante cuando se trata de una conversación casual. Marie lo piensa unos minutos antes de buscar la aplicación de llamadas y marcar el número de la princesa, acomodándose mejor entre las burbujas.

La llamada suena algunos minutos antes de que alguien descuelgue, entonces su voz suave y tersa se escucha, Marie jura que tiene la piel de gallina porque el agua ha comenzado a enfriarse.

─¿En serio? Pensé que no eras del tipo que sabe llamar.

─Y yo pensaba que la realeza no era tan sarcástica, aunque debo aceptar que esperaba que fueras arrogante.

La risa de Beatrice le genera cosquillas, unas desagradables cosquillas que le recorren todo el cuerpo. Ella suspira y toma impulso para salir de la bañera, cubriendo su cuerpo con una toalla.

MISS AMERICANA & THE HEARTBREAK PRINCESS red white and royal blue Donde viven las historias. Descúbrelo ahora