La guardiana de la llama - Kaz brekker

Sankta Arabella

Cuando un pajarito le dijo al Sargento que tenían un Grisha en su círculo, no se sorprendió. El sargento siempre había percibido a los Grisha como embusteros que no tenían lugar en Fjerda.

El sargento había separado a la niña, Arabella Opjer, de sus padres y la había enviado, fuertemente custodiada, a la corte de Hielo.

Pero luego descubrieron que la joven no era una Grisha ordinaria. Ella era, lo que la gente fuera de Fjerda consideraría, una santa. Tenía el poder de la manipulación de llamas, no una Inferni promedio, pero parecía ser De FlamBewarder, o Flame Keeper.

El mito de la Guardiana de la Llama dice que quien lleva la llama lleva la progresión del Grisha.

Lo cual fue un golpe para los fjerdanos, ¿cómo fue la progresión de las brujas que tanto odiaban, nacidas en su país?

El sargento Bergkvist se aseguró de encargarse de ella. Era una de las personas más poderosas de Fjerda, conocido por sus métodos agresivos y por sus vínculos con la familia Grimjer. Pero su reputación cayó cuando la niña, con otros dos Grisha, escapó de la corte. Los fjerdanos trataron de mantenerlo en secreto pero había sido inútil, la gente comenzó a levantar santuarios y comenzó a llamarla Sankta Arabella.

Bergkvist siguió buscándolos durante más de un año cuando finalmente encontró a los fugitivos.

Junto a su equipo, salió y atacó, que fracasó. Resultando en la muerte de diecisiete de sus hombres, dejándolo como el único sobreviviente para contar la historia. Cosa que el santo había hecho a propósito.

Los dos Grishas y la santa huyeron a la sombra, para nunca más ser vistos. Haciéndolo uno de los mayores fracasos públicos de Fjerda.