𝘾𝙖𝙥𝙞𝙩𝙤𝙡𝙤 𝙌𝙪𝙖𝙩𝙩𝙧𝙤

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Había mucha gente en la casa de los Swan

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Había mucha gente en la casa de los Swan. Charlie estaba apoyado en el capó de la camioneta de Bella con un mapa extendido. A su alrededor se encontraban algunos oficiales de policía, todos armados y con linternas en mano. También estaban Billy y Jacob Black junto a Harry Clearwater. Los tres me dieron un pequeño asentimiento de cabeza cuando me saqué el casco y me reconocieron.

— Charlie, ¿hay alguna novedad? —dije mientras me acercaba. Cuando escuchó mi voz caminó rápidamente a mi y me dio un pequeño abrazo— ¿Han sabido algo de Bella? ¿Llamaron a los Cullen? Había quedado con Jasper en la tarde pero nunca llegó. Traté de llamarlo en mi camino hacia acá, pero tampoco contestó.

— Lia, los Cullen se fueron de Forks—. Billy fue quien respondió y debo admitir que fue inesperado. Como una patada en mi estómago. Me estaba haciendo bastante cercana al rubio Cullen y le había tomado cariño. Más de lo que esperaba. Y me asustaba, sobre todo si lo que pensé antes de venir acá era cierto. Si algo le hubiera pasado a Bella por culpa del clan de vampiros, me vería en la obligación de cazarlos.

— Comprendo —dije tras un pequeño momento de silencio. Ignoré cualquier cosa que pudiese estar sintiendo, aplazándolo y dándole prioridad a la búsqueda de Bella. Me acerqué al mapa y vi que había varias zonas marcadas con un círculo, algunos con una "x" en el interior—. Las equis, ¿son lugares en los que han buscado o los que Bella suele frecuentar?

— Lugares en los que hemos buscado. Los círculos son los que Bella suele frecuentar. Los que están sin la equis son aquellos en los que aún no buscamos —respondió Charlie.

Agarré una linterna, un walkie-talkie y, subiéndome el cierre del cuello hasta arriba, me encaminé hacia la parte de atrás de la casa, notando que había un círculo sin equis en una zona a unos cuántos kilómetros de la propiedad.

— Buscaré por aquí, Charlie.

— Gracias, Lia. No sabes cuánto agradezco tu ayuda.

— No hay de qué, Charlie. Y recuerda lo que te dije. La encontraremos a salvo.

Comencé a correr. Estuve cerca de quince minutos corriendo sin detenerme, guiada por ese sexto sentido que suele estar presente en cada momento de mi vida. Me guió hasta una zona rodeada de gruesos árboles. La tierra estaba muy húmeda y las hojas hacían que el suelo estuviera resbaloso. Un paso en falso y podría caer o lesionarme un pie.

Caminé, saltando un par de raíces en ocasiones. Pocos pasos más adelante de donde estaba, había una pequeña barranca que llevaba como a un pozo gigante, sólo que no había agua y no era demasiado profundo. Iba a pasarlo de largo, hasta que escuché un leve castañeo de dientes. Bella estaba en el piso en posición fetal, tiritando e inconsciente.

Comencé a sentir la presencia de la manada cerca de donde estaba, así que sin preocuparme de nada, bajé desde donde estaba y me acerque a la adolescente que, así como estaba, podría coger hipotermia.

𝙊𝙍𝘼𝙇𝙄𝘼 // 𝙏𝙬𝙞𝙡𝙞𝙜𝙝𝙩'𝙨 𝙁𝙖𝙣𝙛𝙞𝙘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora