𝙎𝙚𝙨𝙩𝙤 𝘾𝙖𝙥𝙞𝙩𝙤𝙡𝙤

111 15 0
                                    

𝙈𝙖𝙧𝙖𝙩𝙤́𝙣 𝟮/𝟯

Niente più tosto si secca che lacrime

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Niente più tosto si secca che lacrime. 

Nada se seca antes que las lágrimas.

Mi abuela tenía razón en eso.

Después de que Paul me abrazara y yo llorara durante casi una hora, las lágrimas dejaron de salir. Las palabras de Paul me hicieron sentir reconfortada.

Cuando intentamos levantarnos, nos reímos bastante. Por haber estado tanto tiempo en la misma posición, nuestro cuerpo hormigueaba y nos causó cosquillas. Fue refrescante.

Pasamos gran parte de la noche abrazados y viendo Harry Potter.

— ¿Harry Potter? No me gusta —dijo Paul.

— ¿Siquiera las has visto? —pregunté. Paul desvió la mirada y se llevó una mano a la nuca.

— No necesito verlas para saber que no me gustarán.

— Paul, me veo en la obligación de decirte que si no ves Harry Potter conmigo, no podemos ser amigos —dije totalmente seria.

— Oh, vamos, no puedes... —. Vio mi cara—. ¿Estás hablando en serio?

— Sí, Paul. Estoy hablando en serio.

— Oh, Lia, por favor —. Me acomodé sobre el sillón, apoyando la espalda en el respaldo y colocando las piernas bajo mi cuerpo—.

Y aquí estábamos ahora. Después de ver La Piedra Filosofal, Paul me rogó que continuaremos la saga. Ahora mismo estamos viendo El Prisionero de Azkaban, mi favorita, cabe decir. Estábamos en la escena en la que el profesor Lupin le enseña a Harry cómo invocar un patronus cuando escuchamos un aullido.

— Tengo que irme, preciosa. Sam está llamando —. Paul se levantó y le coloqué pausa a la película—. Cualquier cosa, y digo cualquier cosa, llámame. Te lo dije antes, siempre estaré para ti.

Me levanté y abracé al moreno. Su compañía me reconfortó enormemente estas últimas horas, y sin él probablemente todavía estaría sentada frente a la ventana intentando liberar mis emociones.

— Gracias por todo, gruñón. No sabes cuánto aprecio lo que hiciste por mi —dije contra su pecho. Sentí la forma en que vibró al soltar una pequeña risa. Me apretó más fuerte entre sus brazos y dejó un pequeño beso en mi cabeza.

— Lo que sea, cachorra.

Me soltó y salió corriendo de la casa. Levanté las tazas y los platos que ocupamos para comer mientras veíamos las películas y los dejé en la cocina. Ya lavaría la loza al día siguiente.

Me dirigí a mi cuarto y me acosté, dispuesta a dormir y con un pensamiento en mente.

Mis sentimientos por Jasper no cambiarían fácilmente, tampoco sabía si volvería, pero muy dentro de mí esperaba que volviera y me dijera que él también sentía algo por mi. Esperaba que todo lo que me hizo sentir fuera real y no algo que pude haber imaginado por el tiempo que pasamos juntos.

𝙊𝙍𝘼𝙇𝙄𝘼 // 𝙏𝙬𝙞𝙡𝙞𝙜𝙝𝙩'𝙨 𝙁𝙖𝙣𝙛𝙞𝙘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora