Un pequeño porqué

36 0 0
                                    

Creo que antes de dar paso a este poemario de las que considero mis mejores rimas hasta la fecha, me gustaría que entendieras el porqué de estas páginas.

Esto que estás por leer no son más que las palabras de un hombre en parte triste, en cierta manera dolido, de algún modo impotente.

Reprimido en un mundo que pierde su belleza, su magia y su esencia, sentía desde mis más adentros que necesitaba de alguna manera dejar que mi sangre saliera de mí.

En ocasiones cuando la noche nos tiene consumidos debemos de mirar hacia arriba y observar las estrellas, dejarnos impresionar por la infinita belleza que colma todo nuestro alrededor y dejarnos guiar por deseos que escapan a nuestra compresión, permitirnos seguir aquellos caminos que sean necesarios para poder hacer aquello para lo que sentimos que hemos venido y dejarnos de tonterías.

Este libro no trata de ser ninguna manera de hacerme ver como alguien culto, superior o sensible. Todos tenemos nuestras maneras de expresarnos y disfrutamos de cosas distintas, no hay drama alguno si alguien al leer estos versos no entiende nada o no siente nada, la cosa está en dejarse llevar y darle una oportunidad a este tipo de expresión y escritura, no todos los platos son de agrado a los comensales y es natural y necesario aceptarlo.

Deja que tu cuerpo se relaje, párate a disfrutar de esto y todo lo que hagas, deja las prisas y permitete caer en el placer de la observación, la pausa y la reflexión, que es como se debe apreciar la poesía y en general, la vida.

Quiero agradecer en especial a mis tres poetas favoritos, Gustavo Adolfo Bécquer, Federico García Lorca y Antonio Machado, quienes me introdujeron a este mundo tan bello y colorido de la poesía y quienes me inspiran a escribir y me permiten llorar y volar con sus valiosas y geniales rimas. Y también a otros tantos poetas de toda época y estilos que he tenido el placer de leer.

Les dedico a ellos en especial estos versos en los que al igual que en los suyos, dejo volcar todo lo que siento hasta partir en lágrimas.

Vuestros versos no morirán, porque siempre vivirán en los míos.

Primeras poesíasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora