Arrojado me encuentro
en medio de las llamas
que queman mis recuerdos
y encienden mis plegarias.
Un fuego diferente que arde,
pero el alma evapora
cada lágrima que ha sido arrojada.
Los lamentos son el humo
que obstruyen nuestra calma,
y mis pecados son la chispa
que causa llamaradas.
Un fuego inextinguible
que te consume suavemente,
calienta a mis miedos
y los esparce por mi mente.
La vida es una llama,
una luz muy ardiente,
que al pasar el tiempo
se apaga lentamente.
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Desde la oscuridad
RandomEl diablo susurró en mi oido, "No eres lo suficientemente fuerte para resistir la tormenta" Hoy le susurre al diablo, "Yo soy la tormenta"
