La muerte me persigue y casi alcanza mi carrera,
Con sus grandes ojos rojos va marcando mi condena.
Entre risas despiadadas, con sus fuertes manos negras
Me recita al oído: "Tus miedos son mis cadenas."
El frío de sus palabras van entrando en mi mente
Y el fuego que lo rodea me consume lentamente.
Y con sus dedos como dagas me desgarra mis latidos,
Va trazando una línea a la que llama destino.
En tu piel escribo el cuento,
En tus palabras oigo el mío
Y con tu alma me alimento
Mientras cierro este libro.
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Desde la oscuridad
RandomEl diablo susurró en mi oido, "No eres lo suficientemente fuerte para resistir la tormenta" Hoy le susurre al diablo, "Yo soy la tormenta"
