CADA DIA QUE DUERMO, MI ALMA SALE DE MI CUERPO

Capítulo 18: El viejo Bai el escritor

Capítulo 18: El viejo Bai el escritor

Después de pasar dos horas en la casa de Xi Baichen, Mi Li sintió que su conciencia se debilitaba. A través de los ojos de su gato, vio vagamente una cinta de luz que la guiaba hacia adelante.

Mi Li se acercó aturdida, su figura se desvaneció lentamente y finalmente desapareció detrás de la puerta. Cuando Xi Baichen salió de la cocina, descubrió que Mi Li no estaba en el sofá. La buscó por todas partes infructuosamente, su corazón sabía que ella se había ido otra vez.

Parecía haber calor en las yemas de sus dedos, lo que hizo que los frotara inconscientemente. Xi Baichen entró en el dormitorio y sacó una caja del armario.

Abriendo la caja, sacó el contenido uno por uno. Todos estos eran artículos para mascotas que su gato había usado antes, como tazones de comida, tapetes para rascar, caja de arena, artículos de aseo y varios juguetes pequeños.

Xi Baichen los limpió y los colocó cuidadosamente cerca del balcón, esperando que Little Mi regresara en forma de gato la próxima vez. Quería hacerle saber que ella tenía un hogar aquí y que podrían vivir juntos en el futuro.

Mi Li abrió los ojos, giró la cabeza para ver a Little Bai durmiendo junto a su almohada y no pudo evitar estirar la mano para frotarle la cabeza.

El pequeño Bai se frotó en la almohada, se despertó aturdido y "maulló" suavemente a Mi Li.

“¿Por qué te metiste en mi cama? ¿La cama para gatos que preparé para ti es incómoda? Mi Li lo recogió, revisó su cuerpo y se sintió aliviada de no encontrar problemas.

"Está bien, juega solo primero mientras cocino". Ella planeó desarrollar nuevos platos hoy y aprovechar la oportunidad para mostrar a Little Bai en su transmisión en vivo.

Esta vez pudo poseer a Little Bai y traerlo con ella, probablemente porque estaba justo al lado. Según esta lógica, ¿podrían entregarse sus paquetes a Xi Baichen sin pasar por la empresa de mensajería si dormía con ellos en brazos?

Mi Li decidió probarlo esta noche.

Mientras se divertía por la tarde, sin saberlo se había convertido en la hora de la cena.

Mi Li alimentó a Little Bai, luego se acostó con él y un paquete que contenía un juguete.

Después de más de diez minutos, gradualmente se durmió. Sin embargo, esta vez no cruzó y durmió sin soñar hasta el amanecer.

Mi Li se sentó en la cama, mirando su despertador con una expresión confundida.

Había dormido más de diez horas sin cruzar una sola vez.

"¡Maldita sea!" El viejo Bai y los demás la estaban esperando para preparar la cena, pero se había quedado dormida e incluso se perdió el desayuno al día siguiente. No sabía si lograron tener una buena comida.

Por supuesto que no tuvieron una buena comida.

Xi Baichen había estado esperando a Little Mi hasta las 8:00 p. m. Para entonces, las pequeñas albóndigas tenían tanta hambre que las llevó a comer.

Deambulando por la casa por la noche, ni siquiera se podía encontrar la sombra de Little Mi. El estado de ánimo de Xi Baichen era muy malo, y la mirada que le dio a las pequeñas albóndigas se volvió muy fría, como si hubiera regresado al primer día en que comenzaron a llevarse bien.