Duzzy +18

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Después de esa pequeña reunión en la que todos los miembros parecían angustiados pero entusiasmados a la vez, el líder de la empresa, Duff le dio a todos el permiso para retirarse.

Izzy permaneció sentado en su silla, con los ojos fijos en la mesa. Duff ladeó la cabeza, preguntándose por qué el más joven aún no había hablado. El líder se abrió paso alrededor de la mesa, pavoneándose hacia Izzy. Duff se detuvo justo al lado de Izzy, con el brazo apoyado en el respaldo de la silla que ocupaba Izzy. El pelinegro aún no había levantado la vista, sus ojos eran fríos y severos. Era como si tuviera un debate interno consigo mismo, y todo lo demás estuviera bloqueado.

-Izzy- la voz de Duff encendió un fuego dentro del pecho de Izzy, despertándolo de su trance de inmediato. Se sintió como si fuera a arder, esos sentimientos se apoderaron de él.

Izzy se puso rápidamente de pie. Duff retrocedió y apenas se salvó de ser golpeado por la silla. Izzy permaneció de pie durante unos instantes, tratando de resolver su conflicto interno con la vida. Sabía lo que tenía que hacer.

-Si no tenemos más dinero-, Izzy se volvió hacia Duff, viendo lo sexy que parecía con la cabeza inclinada y una sonrisa de satisfacción en su apuesto rostro. Izzy se estremeció, pero logró ocultarlo: -Usaré mi publicidad, y así no usarás lo que te queda-. No le costaría más a Duff.

Duff se rió, agarrando repentinamente a Izzy y lanzándolo contra la pared. Atrapó al más joven entre sus brazos, con las manos pegadas a la pared a ambos lados de la cabeza de Izzy. El pelinegro lo miraba con los ojos oscuros entrecerrados.

-Te gusta demasiado meterte-. Duff se inclinó un poco más. Volvió a tener esa sensación, que hacía que Izzy deseara arder dentro de sí mismo. –Admítelo- su voz era tan perfecta -quieres sentir los aplausos para ti. Quieres sentir cómo la gente te admira.

A Duff le gustaba eso de Izzy.

-Izzy- Duff presionó su frente contra la del más joven.

-¿Duff?- preguntó Izzy a su vez, con las manos apretadas perezosamente contra el pecho del rubio. Duff tenía la forma perfecta de estar en forma. Su cuerpo podía hacer babear a Izzy, y la mitad de las veces realmente lo deseaba. Bueno, la mayor parte del tiempo.

-Dame algo antes de que nos vayamos-. Duff pidió, aunque era más una orden.

-Tendrás que cerrar la puerta primero-. A Izzy le parecía bien que alguien lo viera en ese estado. Joder, se pasearía por la mansión desnudo si no fuera porque Slash se lo exigía. Izzy sabía que a Duff no le importaría. Sin embargo, quería que la puerta estuviera cerrada porque no podría soportar que alguien viera a Duff en esa situación. Metiendo su carne de hombre en Izzy. Había escuchado lo que los otros miembros de la empresa, especialmente las mujeres, decían de él.

-¿Desde cuándo te importa la apariencia?- cuestionó Duff, enterrando su cara en el desorden de pelo pelinegro. Inspiró profundamente y sus dedos se movieron en la pared junto a la cabeza de Izzy.

-Desde que no quiero que los demás te vean-. Contestó Izzy, ignorando que el rubio se limitaba a olfatearle el pelo.

-Es cierto-. Duff rodeó a Izzy con ambos brazos, levantándolo del suelo. Instintivamente, las piernas de Izzy rodearon las caderas de Duff y sus brazos le rodearon el cuello.

Duff llevó a Izzy hasta la puerta, no queriendo que estuviera fuera de su alcance ni un segundo mientras la cerraba. En cuanto la puerta se cerró, Izzy empezó a apretar su polla medio dura contra los abdominales de Duff, sin importarle las capas de tela. Duff llevaba un traje negro, e Izzy unos joggers, casi podía sentir las crestas de los definidos abdominales de Duff.

Oneshots Duzzy/Slaxl.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora