14.

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Jeon sonrió mientras arremetía dentro suyo. La posición era algo que los cambiaformas consideraban humillante, pero en aquel momento no le importó en absoluto. Jimin montaba su polla con tanto entusiasmo que no le interesó lo que pensaran los demás sobre aquello. Se dejaría dominar por el menor si éste seguía saltando de aquella manera exquisita más tiempo.

—A-Alfa... —Jimin mantenía aquel ritmo constante, mientras sus manos se sostenían del fornido pecho del castaño, su cuerpo iba aferrándose a la sensación abrumadora de placer que le brindaba aquella posición—. Aun en esta posición... llega tan profundo...

El castaño sonrió de medio lado, totalmente orgulloso de sí mismo, al poder llenar de placer continuo a su omega. Jimin arqueó la espalda cuando sintió el fuerte agarre del mayor en sus caderas y la embestida firme y certera que le propinó. Jeon estaba completamente excitado, la manera en la que su omega lanzaba gemidos lujuriosos al viento y en como su interior iba tragándose cada centímetro de su miembro, eran acciones que lo satisfacían hasta perder la cordura.

—Atrapas mi polla tan bien... —un hilo de saliva descendió por la comisura de los labios contrarios, los ojos de Jimin se mantenían entreabiertos, productos del placer, respirando agitadamente por cada movimiento—. Te ves tan sensual en esta posición, cariño.

Jimin lo besó tan caliente y excitado que solo incentivó a que el mayor se impulsara en el colchón y empezara con una serie de embestidas dentro de su agujero. Chasquidos y sonidos morbosos empezaron a resonar en la habitación, haciendo de la escena, un excitante recuerdo. Jeon fue con todo lo que tenía, sus piernas se mantenían firmes en la cama, mientras movía sus caderas para penetrarlo deliciosamente.

—¡A-Alfa! —lloriqueó—. Lléname con tu nudo, por favor.

La invitación era clara y el castaño no sería capaz de desaprovecharlo. Había sido toda una odisea de placer y lujuria los últimos días. Tres días metidos en aquella habitación, teniendo a su omega en brazos, tomándole, mimándole y cuidándole cuando se quedaba rendido en la cama. Los alimentos y la medicina eran traídos por betas, quienes, sabiendo lo que era un celo omega, dejaban las bandejas en la entrada y se retiraban. Jeon jamás había tenido experiencia en celos omegas, pero ahora comprendía la magnitud de compromiso que significaba aquello y adoró que su primera experiencia fuera con su hermoso y coqueto Jimin.

―Alfa, termina ya... p-por favor...

La diestra del castaño fue directamente hacia el desatendido miembro de su compañero, un vaivén rápido fue lo que hizo estremecer el cuerpo del omega y sentir su clímax aproximarse cada vez más. Los dedos de sus pies se doblaron cuando sintió como su amante daba directamente en su punto dulce. Jeon atrapó uno de sus pezones con la boca, mordisqueándolo hasta saciarse completamente de la sensibilidad de este.

¿Cuántas veces se había corrido aquella noche? Jimin no lo sabía, seguía en aquella nube de placer que lo obligaba a continuar entregándose una y otra vez a su compañero. Jeon dio un par de embestidas más, sintiendo, segundos después, el espeso y caliente semen del azabache descender por su pecho.

—Te has corrido tan fuerte, cariño —sus labios invadieron los suyos, su lengua se adentró y penetró su boca, sintiendo el dulce sabor de su omega—, eres excitante....

Jimin sintió su orgasmo siendo alargado en cada estocada que el mayor le proporcionaba. Apretó la polla contraria, como último esfuerzo aquella última noche de celo y gimió sonoramente cuando el nudo se extendió en sus entrañas. Un nuevo orgasmo lo atrapó y lo arrastró hasta el borde del placer mismo, sintiéndose desfallecer ante la abrumadora cantidad de semen que se adentró en él. Jungkook lo llenaba de manera tan exquisita que, en secreto, les agradecía a los hombres que lo habían secuestrado, por haberle inyectado esa droga y haberle brindado aquella gratificante experiencia junto al mayor.

Adult Ceremony ; kookmin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora