Pov: Saeyoung
Las olas rompían contra las rocas de la orilla de aquella playa, las gaviotas volaban hacia el horizonte y la brisa extendía el olor a agua marina por todo el lugar mientras MC y yo separabamos nuestros labios después de un largo beso. Ella me miró con esos encantadores ojos marrones, brillantes al verse reflejados en mis orbes dorados. Después de once intensos días habíamos escapado juntos; de mi trabajo en la agencia secreta, de Mint Eye y del legado de Rika. Todo había pasado muy rápido desde que ella llegó a mi vida: había descubierto una cara desconocida (y muy sospechosa) de la pareja en la que tanto confiaba, había vuelto a ver a mi querido hermanito después de largos años de incertidumbre y, lo que compensaba todo el dolor por el que el que alguna vez pasé, la he conocido a ella.
Hasta ahora había pasado toda mi vida siendo la sombra de otras personas, ya sean Rika y V, 707 o el Dios al que tanto venero. He hecho todo lo que Rika y V han solicitado, he intentado hacer feliz a cada uno de los miembros de la RFA y he rezado cada noche, tal vez ingenuamente, intentado encontrar una respuesta.
¿Qué más tengo que hacer?
No importaba lo que hiciera, jamás ha sido suficiente para nadie. Nunca he recibido nada por los favores desinteresados que le hago a mis amigos. No me malinterpretes, no deseo ningún tipo de recompensa física o material, pero...lo que más deseo de su parte es un gracias.
Un gracias por haber ayudado a Zen a impulsar su carrera, un gracias por haber hecho parte del trabajo de Jaehee y aconsejarla sobre el jodido rumbo de su vida, un gracias por preocuparme por Yoosung y su futuro, un gracias por mantenerles protegidos a toda costa en cualquier momento, un gracias por crear el chat, un gracias por nunca derrumbarme frente a ellos para que no tengan otra mierda de la que preocuparse.
Yo los adoro con mi vida. Joder, son las personas con las que más he convivido los últimos años, claro que los quiero, pero a veces no puedo evitar pensar que no sienten lo mismo por mi. Da igual como me comportara con ellos, me sentía...desplazado, humillado, insalvable. El divertido y espontáneo 707 es demasiado estúpido para tomarlo en cuenta, el serio Luciel no es lo suficientemente entretenido para que siquiera merezca el foco de atención, y Saeyoung está demasiado jodido y ellos no tienen tiempo de ocuparse de él.
Mi vida llevaba años siendo así, usando mil caras para cada persona, cada ocasión, odiando cada vez más a mi verdadero yo, hundiéndome en lágrimas y preguntas, sabiendo que nadie se preocupara por ayudarme a responderlas.
Hasta que apareció ella.
Sin previo aviso, esa mujer se había instalado en mi cerebro y corazón como nadie más lo había hecho. Esperaba que estuviera conectada cada vez que entraba al chat, hacía bromas constantemente esperando que ella me siguiera el juego, teníamos una dinámica estupenda. Sinceramente, en un principio no pensé que llegaría muy lejos, era agradable y divertida pero sabía muy bien que yo no podía involucrarme de esa manera con nadie, hasta que comencé a tener síntomas de esa cruel enfermedad llamada amor.
No podía sacármela de la mente, deseaba estar con ella, salir a pasear, tener citas juntos, abrazarla, acariciar su suave pelo color chocolate...acercarme a ella...besarla...
Eso era impensable, no podía pasar, ella saldría herida y yo no podía permitir que eso pasara por mucho que deseara ver su rostro dormido todas las mañanas. Tuve que evitarla. En mi mente, si me alejaba de ella y la trataba con desprecio todos estos tontos y cursis pensamientos desaparecerían. Y tampoco era como si fuese a mantenerse conmigo si me portaba mal con ella.
Oh, ingenuo de mi.
Ella jamás se separó de mi lado, seguía tratandome con su habitual dulzura que me hacía querer tomarla fuertemente en mis brazos y besarla hasta que nos olvidaremos de nuestros propios nombres. Fue realmente complicado tener que trabajar con esos deseos intrusivos irrumpiendo en mis pensamientos, pero no podía evitar pensar en como sus ojos destelleaban, en lo lírico de su sonrisa, en lo antento de su tacto, en lo adictivo de su voz.
Y después de una pequeña (pero intensa) conversación y un impactante descubrimiento, decidí aceptar no solo sus sentimientos, sino que también lo míos. Y no me limito a mis sentimientos románticos por ella; acepte me verdadero yo que, aunque no es como esperaban, es verdadero y humano. Acepté que no puedo vivir mendigando amor de personas que tal vez no están preparadas para dármelo. Acepté que, por muy importantes que fueran Rika y V en mi vida, su sombra y la huella que dejaron no me ataría a una sumisión y permisividad ante ellos, porque yo solo soy el sumiso de mi novia.
Y aquí estoy, siendo un fugitivo junto a ella, después de nuestro primer beso. Y por primera vez, me doy cuenta de que ella está aquí. Ella está aquí conmigo, porque yo estoy aquí con ella. Ha dejado la fiesta que ha estado días preparando y a la RFA por mi, dispuesta a ayudarme a desenterrar mi historia y encontrar a mi hermano, quien casi la mata. Ha estado en el límite, tan cerca de la muerte, y yo tan cerca perderla. Pero está aquí, habiéndome perdonado todo, habiéndome escuchado y entendido. Y está aquí, como nadie más lo ha estado.
De repente, su expresión de ternura y profundo amor cambia a una de preocupación, acariciando mis manos con delicadeza y hablándome, tan amable como siempre.
-Saeyoung, cielo, ¿qué ocurre?- En mi cara es visible mi evidente confusión, y estaba a punto de cuestionar su pregunta cuando noto algo.
Mis mejillas están húmedas.
Las lágrimas saladas caen de mis ojos y se deslizan por mi cara hasta golpear el suelo. No recordaba la última vez que había llorado, había sido algo que me había prohibido desde pequeño para no preocupar a Saeran.
A pesar de mis lágrimas, en mis labios se forma una sonrisa: si iba a llorar, desde luego sería por ella. Es la persona más importante de mi vida, a quien yo mas anhelo, por quien yo daría todo. Mis posesiones, mi trabajo, mis habilidades, mi vida, a todo renunciaría yo por ella. Era débil ante sus palabras dulces, su toque amable, su mirada brillante. Todo en ella hacía que mis rodillas temblaran y que sonriera como un bobo adolescente hormonado en su primer enamoramiento.
Ella me sonríe de vuelta, esa preciosa sonrisa. Me fijo más detenidamente en ella y creo que nunca ha estado tan encantadora como ahora. Siento sus manos en mi nuca empujandome hacia ella, uniendo nuestros labios en un beso. Ninguno ha dicho uno sola palabra, pero ambos sabemos lo que queremos decir.
Te amo.
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707♡ | One shots
Short StoryOne shots del guapote de Saeyoung. Los personajes no me pertenecen, créditos a Cheritz(? Créditos al creador/a de la portada