El resto del domingo lo pasé durmiendo, si que es cierto, que me levanté varias veces para ir al baño pero no salí durante mi nueva y cómoda cama. El lunes por la mañana salí de mi nuevo hogar y me dirigí hacía el centro de Londres siguiendo las instrucciones de mi querido amigo, google maps.
Al llegar a la peluquería estuve esperando más o menos una hora para que pudieran atenderme ya que obviamente no venía con cita previa.
Me he cortado el pelo, lo he devuelto a mi color natural castaño oscuro -casi negro- y he aprovechado para depilarme todo el cuerpo y hacerme las uñas. Después de salir de la peluquería sintiendome una nueva persona, fui a algunas tiendas y me compré bastante ropa ya que la que tenía estaba bastante anticuada.
Hoy ya es martes y como lo acordé con el Sr Henry ahora mismo me dirijo hacía la sucursal de Drivesport, me levanté bastante temprano para poder coger el autobús que según internet me dejaba allí, lo cierto, es que me sorprendí bastante al ver lo cerca que está de mi apartamento.
Ahora mismo me encuentro subiendo en el moderno ascensor de la empresa después de enseñar mi documentación a la recepcionista. Aprovecho que el ascensor tiene un gran espejo para detallarme, hoy he decidido ir formal asi que, me he puesto una falda de color negro, acompañada de una blusa de seda de tirantes de color verde pálido que contrasta con mis ojos y así mismo, lo he acompañado de un blazer de color negro, llevo también unas medias del mismo color y unos tacones negros.
Al llegar a la planta número 40, salgo del ascensor y me dirijo hacía el mostrador que se encuentra delante de una gran puerta de caoba.
—Buenos días, tengo una cita con el Señor Henry. —Digo a la mujer que se encuentra tras el mostrador.
—Claro que sí, permítame su documentación. —Le tiendo nuevamente mi documento acreditativo y yo me alegro enormemente de haber sido responsable y haberlo renovado hace unos pocos meses. —Ya puede entrar, Señorita Anderson, el señor Henry la está esperando.
—Gracias, ¿Es esa puerta de ahí?. —Cuestiono mirando a la puerta que tengo al frente.
—Sí, esa es.
No entiendo por qué de repente me siento nerviosa de conocer al señor Henry si ya he hablado con él y parece ser una persona bastante agradable. Me siento de la misma forma que cuando conocí a mi antiguo jefe, y no sé si eso es positivo o negativo.
Sigo las indicaciones que me ha dicho la recepcionista y me acerco hacía la gran puerta de caoba, es gigante, y por un momento me impone. Toco muy delicadamente la puerta con los nudillos, aunque parece ser audible dentro de la estancia ya que escucho como pasos se acercan hacía donde yo me encuentro postrada. Al cabo de unos pocos segundos que a mi se me hacen eternos, un hombre de unos 50 años me abre la puerta, tiene el cabello castaño oscuro y si no fuera por unas pocas arrugas que remarcan sus facciones, pensaría que es más joven.
—Buenos días, tú debes de ser Heather. —Dice el hombre trajeado que tengo al frente.
—Buenos días, si, soy yo Sr Henry.—Afirmo.
—Genial, Heather, puedes pasar por aquí. —Comenta y yo asiento con la cabeza siguiendole. —Perdona que te tutee.
—Sin problema, Sr Henry, es más, prefiero que me tutee me hace sentir menos mayor. —Afirmo y él asiente divertido.
—Bueno Heather, te he citado en mi oficina entre otras cosas para que puedas ver las instalaciones y además comentarte que vas a hacer durante tus sesiones laborales y algunas condiciones más; Como ya te dije, tú serás la periodista principal de mi cadena, la chica que anteriormente teníamos tuvo que marcharse por culpa de la presión. Tengo que decirte que el mundo de fórmula uno, es muy bonito, pero a la vez muy dificil
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Colisión [Proceso]
Romance¿Puede cambiar la vida en cuestión de segundos?. Esa fue la primera pregunta que se hizo Heather al subir al avión con destino a Londres, y la segunda de ellas fue, ¿Podré sobrevivir en el mundo de la Fórmula 1?. Heather siempre ha sido una chica qu...