Cap. 4 Dormir

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A pesar de que los dormitorios no estaban demasiado lejos les tomó un buen rato llegar, más aún para no despertar a Violett, el verdadero reto vino cuando se trató de subir a su piso.

Las escaleras parecían ser agotadoras aunque en realidad eran muy pocas.

- Tal vez sea mejor despertar a Violett - Athena se dirigía hacia ella que se encontraba recostada en el hombro de Isaac.

- No - inmediatamente Isaac cubrió con su mano la cabeza de Violett mientras Athena y Keith lo miraban sorprendidos por la reacción de Isaac, quien se dirigió a las escaleras y añadió- puedo llevarla hasta su habitación, si es que me permites Athena.

- Oh claro - aún seguía perpleja por la reacción del chico, aun así permitió que el joven la llevara cargando por las escaleras.

Isaac subía cuidadosamente seguido de Athena y Keith, al llegar a su piso cada uno se dirigió a su alcoba, sin antes haber llevado a Violett a la cama, justo cuando Isaac se disponía a arroparla ella despertó.

- Vaya despertaste pero ya es hora de dormir - dijo Athena entre risas- Isaac te trajo todo el camino.

- Oh me quedé dormida,estaba muy cansada, lamento causarte molestias Isaac - su mirada mostraba lo avergonzada que se sentía.

- No es ninguna molestia, siempre que requieras mi ayuda ahí estaré.

Keith llamó desde la puerta a Isaac para jugar ajedrez, así que los cuatro fueron a cambiarse para culminar su día y prepararse para sus clases en la Dark Academia.

Estaban reunidos en la sala, el tablero estaba listo, la fogata encendida, un par de libros a los costados.

- Veamos que tan bueno eres joven Lennox- Keith no dudaba en desafiarlo, el estaba seguro de sus habilidades, así que está partida iba a ser piadoso: o más bien lo estaba subestimando.

- No lo se en realidad pero esperemos que sea un buen juego joven Lombardi - extendió su mano para comenzar la partida, Keith tenía las piezas blancas y Isaac las negras, se sentaron en los cojines que habían puesto sobre la alfombra enfrente de la mesita de la sala. Era un bonito tablero de madera que Isaac tenía desde hace muchos años.

- Bueno pues les deseamos suerte - Athena estaba junto a Violett en el sofá, ambas con un libro en la mano.

Violett sacó unos audífonos y los conectó a su teléfono, Athena se quedó observando, a pesar de vivir rodeada de lujos se le privó de ese capricho juvenil de tener un dispositivo.

- ¿Quieres escuchar?- extendió su mano ofreciéndole uno de los audífonos.

- ¿Qué es? - no pudo evitar preguntar.

- Esta en aleatorio así que es sorpresa.

Athena tomó el audífono, se lo colocó y la música fue más que placentera, no tenía letra pero era fantástica.

- Me gusta, ¿quienes son?

- Es una banda que me gusta, puedo pasarte canciones si quieres.

- Oh Me temo que no tengo un smartphone.

- Podemos ir a comprar uno - propuso Isaac sin despegar la vista de la partida- No creo que sea difícil para ti adquirir uno.

Pasaron varios minutos, de vez en cuando las chicas dirigían la mirada a la partida que estaba muy reñida: Keith sólo tenía la Dama, una torre y un caballo para proteger a su Rey mientras que Isaac constaba de un alfil, un caballo y dos peones. Era un momento de extrema concentración que fue interrumpida por una de las mucamas de la Academia que venía a dejarles los uniformes y los horarios para la mañana siguiente.

- Lamento haberlos interrumpido señoritos que descansen- la voz de aquella mujer era suave y reconfortante, rápidamente se retiró para entregar el resto de uniformes.

El reloj marcaba las diez con treinta y dos minutos, y la partida estaba por llegar a un fin muy molesto.

- Demonios un empate - Resongó Keith al ver el lamentable final de una  gran partida, un duelo sin ganador, sólo dos Reyes alejados.

- Fue un gran juego - dijo Isaac reconociendo el talento de su contrincante- es una lástima que haya terminado así, podemos jugar otro día.

- La verdad te subestime, pero prometo ganarte la próxima vez.

- Magnífico, no entiendo con exactitud el funcionamiento del juego pero parecen ser muy buenos - acto seguido Athena bostezo a lo que Violett dijo las últimas palabras de la noche.

- Creo que todos estamos algo cansados, y mañana las clases comienzan a las siete en punto- todos recogieron sus cosas, y fueron a sus respectivas habitaciones.

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Los minutos pasaban, Athena ya se había dormido, pero Violett no podía conciliar el sueño a pesar de ser media noche, así que decidió dar una caminata por el jardín de los dormitorios.

La noche era fría, la luna emitía una luz capaz de conquistar cualquier corazón, las estrellas brillaban con fuerza y la brisa sacudía su cabello con una bella sensación de libertad. Con su suave pijama de algodón observaba el majestuoso cielo nocturno.

- Buenas noches mi estimada señorita - la voz era gélida que provenía desde sus espaldas.

Al girar halló a un hombre alto y fino, llevaba un traje negro con adornos dorados, y un sombrero que con la ausencia de luz no dejaba dar vista a su rostro.

- Buenas noches caballero- Violett trataba de guardar la compostura aunque realmente estaba asustada al no saber quién era aquel hombre.

- Usted es una gran artista ¿No lo cree?

- Creo que todos somos grandes artistas en todo aspecto.

- ¿Por qué no ser la mejor? - iba dando pasos agigantados hacia la pequeña figura de Violett.

- Eso es imposible, pero tener aspiraciones no es malo - por cada palabra que salía de su boca su corazón aceleraba más y más, ese alto y delgado hombre se acercaba a ella con cada paso, deseaba que sólo fuera un sueño.

- Debe pensar en grande señorita Reed, escuche esa voz, porque tenga en claro que su talento es demasiado valioso Jajaja - Una sonrisa asomaba entre las sombras con una mano en la cabeza de Violett, y la otra al cuello- en especial para mí- susurro a su oído y besó su cuello.

- Claro... - dijo Violett apartándose de él, sentía un miedo incontrolable, ¿quién era ese hombre?

- Bien, me interesa ver que tan lejos puedes llegar, parece que eres  interesante y se bastante, tu trabajo es espléndido,  nos estaremos viendo mucho mi querida Violett Reed, específicamente mañana a la misma hora- aquel misterioso ser cuyo nombre no presentó desapareció en las penumbras de la noche. Con la respiración agitada Violett volvió de inmediato a la habitación, envolviéndose en las sábanas entre tantas preguntas y una sensación extraña que la agobiaba.

Dark Academia ♤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora