Capítulo 4

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En cuanto empecé a despertarme, lo primero que hice fue tocar mi cuello para poder asegurarme que realmente no se trató de un sueño todo lo que pasó y así fue, el collar se encontraba en el mismo lugar donde se fusiono con el que ya tenía con la perla totalmente protegida dentro ya qué al abrir los ojos pude ver cómo alrededor de este había círculos brillantes que lo rodeaban los cuales desaparecieron después de un rato. La verdad es que aunque pasaron muchas cosas ayer, realmente descansé muy bien y me hizo olvidar cierto acto qué volvía a mi memoria al ver a Felix, pero algo que tenía totalmente claro era que si teníamos qué luchar contra Kyoto para salvar a mi hermano, debíamos olvidar lo que pasó de alguna forma y seguir adelante para no estar divididos.

-Buenos días princesa.-Vi acercarse a Draco con una gran sonrisa con la cual hizo desaparecer creó, el buen humor de Felix ya qué observe cómo al venir a abrazarme Draco, este giro la mirada y su pelo se volvió azul violeta y estos colores significaban tristeza y celos.-Hoy es un gran día, porfin me recordarás.-Me havia olvidado por completo de eso con todo lo ocurrido

-¿Draco puedo hablar un momento a solas con Felix?-Le pedí con ternura y un poco de tristeza ya qué no fue nada bueno que le gritara y quería saber lo qué tenía qué decir en su defensa. Malfoy sin decir nada desapareció de la sala dejándome sola con Felix.-Siento haberte gritado y hablado de esa forma, pero nose que te paso estabas raro y después hiciste eso. Necesito qué me lo expliques todo y dejemos este tema cerrado de una vez. para estar concentrados.-Dije mientras que me cambie de ropa con mi magia haciendo aparecer el mismo traje negro de siempre

-Primero de todo, no hace falta que te disculpes fui yo quién fue un completo idiota y tienes todo los motivos para odiarme. Nose que me pasó realmente sentí algo arder en mi interior qué no puedo explicarlo con claridad pero al verte también con Malfoy supongo qué los celos me superaron, sé que eso no es una excusa para qué pasara lo qué viste pero no me acuerdo cómo Rose y yo llegamos a eso.-Parecía muy extraño lo qué explicaba Felix cómo si se tratara de un hechizo.-Fue al verte qué me di cuenta de todo y de lo idiota qué soy, porque hoy recuperaras tus recuerdos con Draco y fui tan tonto qué intente borrarlo antes de qué lo vieras para qué té quedaras conmigo.-Eso sí que me sorprendió mucho.-Lo siento, pero sé que el té hará más feliz qué yo y me lo merezco, así qué ve con el que te cuidara cómo el tesoro qué eres.-Felix se levantó al igual que yo y fue a abrazarme.-Lo siento en serio, ojalá me perdones algún día.-Correspondí al abrazo ya que su pelo se encontraba totalmente azul y sentí cómo començava a llorar

-Felix amor.-Al oír la voz de Rose pude sentir cómo mi cabello cambiaba a un color naranja rojo, ella seguramente era la causante de lo qué paso pero no tenía pruebas para afirmarlo con claridad y sin eso no podía decir nada

-Ve con ella mejor, yo te perdono más o menos, pero Felix ten cuidado con ella tiene algo qué no me gusta.-Nos separamos del abrazo y lo mire un poco triste ya que sentí cómo si dejara una parte de mi, Felix también me miró con tristeza pero se fue con Rose la cual se encontraba con una sonrisa victoriosa intente no estar atenta con ellos dos así qué me dirigí a la cocina donde pude encontrar a la señora Choi, Deku y Kanan.-Buenos días.-Intente decir con una gran sonrisa sincera ya qué no pensaba qué el tema de Rose y Felix me afectaran para nada.-Ven ya te ayudo con eso.-Vi cómo Deku preparaba creo qué el almuerzo pero la tostadora no funcionaba así que hice levitar un poco el pan y con mis poderes, los toste enseguida de una forma perfecta

-Elisabeth ven por favor.-Hice caso a la señora Choi y me acerque hasta ella.-Sirius me comentó que hoy recuperaras tus recuerdos con el joven Draco así que pensé que te gustaría desayunar esto.-La señora Choi me mostró un plato lleno de frutas con tortitas, ese era y sigue siendo mi desayuno favorito.-Pensé que esto te haría sonreír después de lo de ayer, ya que cuando eras pequeña y no te sentias bien una buena charla con tortitas y frutas alegraba tú día.-Sin pensarlo dos veces abracé a la señora Choi con todo el corazón y entre el abrazó deje ir un "muchísimas gracias".-No hay de que pequeña ahora ve a la mesa con los demás que hay alguien que te espera.-Al girarme y terminar con él abrazó que nos unía a la señora Choi y a mi pude ver a Draco sentado con una pequeña caja de madera en sus manos

Elisabeth Silver y el mundo de AstralDonde viven las historias. Descúbrelo ahora