-Vamos Laila tu puedes, solo intentalo.-Estaba enseñando a la pequeña Laila quién tenía su cabello azúl oscuro recojido por una coleta alta mientras dos mechones caían por su rostro la cual estaba transformada en su forma Selkie con sus alas de color verde electrico en forma de pétalos de rosas y con un vestido de color rojo brillante el cual sonsistia en una pequeña camisa con solo un tirante que le quedaba colocado a su hombro derecho y una falda corta del mismo color lisa pero tampoco muy ajustada que iba totalmente a juego con aquellas botas altas del mismo color del vestido. Laila havia crecido mucho durante estos tres años después de aquellos acontecimientos y la verdad es que todo está yendo tal y como siempre lo imaginé, bueno puede ser que no fuera exactamente como pensé que acabaría al principio de todo pero era porfin aquello que siempre había deseado aunque no fuera perfecto pero ese era y será mi hogar del cual no pienso irme nunca más ni que me lo propusieran por nada del mundo, pero aún así allí estábamos las dos en el patio del castillo el cual estaba lleno de árboles floridos con diferentes formas y flores primaverales enseñándole a utilizar sus poderes de Selkie el día de su cumpleaños, si hoy Laila cumplia ocho años por eso la estaba distrayendo lo mejor posible mientras todos los demás preparan su fiesta sorpresa y no es en ningún momento un castigo para ella entrenar sino que le encantaba de una forma realmente espectacular porque tenía muchísimas ganas de practicar aunque había días en que no podíamos hacerlo. Con los demás también ayudamos a los profesores a entrenar a todos aquellos niños y niñas porque aunque no haya habido más problemas graves y esperábamos que nunca ocurriera algo tan importante como el de Kyoto pero aún así todos tenian derecho de convertirse en lo mejor de ellos mismos porque si pasara algo, ellos serían los protectores de Astral algún día.-Bien hecho.-Laila havia conseguido invocar su Charmix el cual a diferencia del mío, el suyo era un pequeño bolso en forma de burbuja azul marino que se colocó en su pequeña cintura quedando encima de aquella falda pero lo mejor de aquello era que Laila lo había conseguido y estaba muy feliz aunque nose si la sorpresa que recibira después la podria superar.-¿Quieres sobrevolar un rato Astral?-Ella aceptó sin pensarlo dos veces así que cuando me agarro la mano, las dos nos alzamos y comenzamos a sobrevolar por todo Astral mientras yo respondía totalmente encantada todas sus preguntas que eran una y otra detrás de otra, realmente Laila tenía muchísima curiosidad pero por nada del mundo pensé que me preguntaría si Draco ya me había pedido matrimonio porque después de todo los dos ya teníamos veintiún años siendo así totalmente mayores de edad y adultos aunque aún así mis padres seguían reinando con todo su derecho porque yo aún tampoco quería estar en el trono sino que quería disfrutar y recuperar el tiempo perdido en Astral.-¿Por qué preguntas eso, qué sabes algo Laila?-Ella solo evadió mis preguntas totalmente pero como era su cumpleaños intente no darle importancia mientras volabamos tranquilamente en el cielo mientras surcamos también algunas nubes de algodón durante horas hasta que llegamos de vuelta al castillo donde nos destransformamos y nos dirigimos hacía mi habitación donde estaremos allí haciendo una infinidad de cosas hasta que fuera la hora exacta para bajar y que viera porfin su gran sorpresa aunque havia un pequeño bache con el tema vestido pero estaba segura que la señora Choi podría arreglarlo sin problema alguno.-Como hoy es tu cumpleaños puedes elegir el vestido que más te guste eso sí con una condición no quiero nada de preguntas sobre el porqué de todo esto. ¿Entendido?-Laila solo asintió con una gran sonrisa para ir después corriendo dentro de mi gran armario el cual era hasta demasiado enorme solamente para mi y para cualquier princesa pero aún así no me quejaba por nada del mundo aunque cada año por mi cumpleaños, donaba aquello que no necesitaba a aquellos que sí lo necesitaban dejando a Astral sin algún rastro absoluto de aquella pobreza creada por Kyoto Stain pero aquello era genial como el rostro de Laila quién estaba mirando y buscando su vestido perfecto en aquellos momentos aunque en ningún momento piensen que la realeza en Astral, sea igual que todas aquellas películas que vieron o puede que vieron en su realidad porque aquí los de la realeza no somos para nada parecidos a aquellos sino que cada uno tenía su estilo y forma de ser la cual era totalmente respetable y no había aquellas tonterías de que solo el hijo mayor varón puede acceder al trono al ser mayor de edad sino que aquí el más capacitado reinaba en cuanto los monarcas decidan que es el momento y si simplemente no queremos reinar, el pueblo lo respeta totalmente por eso en ningún momento se castiga por eso Astral continua con unos reyes porque a diferencia de los de las películas, libros o los de la Tierra el pueblo siempre tiene un lugar especial en la corte como de igual manera no somos para nada tiranos sino que somos justos con todos. Laila después de llevar un buen tiempo mirando vestidos, vino hacía mi con dos en sus manos uno de colores verdes que tenía la parte de arriba como si fuera el capullo de una flor con diferentes hojas de colores superpuestas en cada brazo y con una falda parecida a la copa de un árbol con aquellas mismas tonalidades brillantes llenas de pequeñas mariposas, flores y cristales mientras que el otro que llevaba, era totalmente de color blanco con un top rígido en forma de pétalos de rosa atados con un tirante hecho de cristales y perlas mientras que la parte inferior havia una gran falda llena de cristales y flores de diferentes colores perfectamente colocados que hacían que está no fuera apompada por decirlo así sino fina y cómoda para moverse.-¿Cómo es qué escogiste dos vestidos?-Laila solo me entregó el segundo vestido que mencioné, el blanco diciéndome que havia escogido ese para mi porque ella también tenía una sorpresa para mi por la cual cosa hizo preocuparme de que hubiera descubierto todo lo que estaba detrás de esa elección de vestidos ya que ella siempre fue muy lista y eso me quedó totalmente claro el día en que la conocí aunque solo tuviera ella cinco años en aquel entonces y yo dieciocho realmente ahora me doi cuenta todo el tiempo que pasó rápidamente porque es hablar con palabras mayores el hecho de cambiar de ser una adolescente, más o menos normal, de dieciocho años a una chica medio adulta de veintiún años pero dejando eso de lado, solo me dispuse a ponerme aquel hermoso vestido igual que Laila a quién le quedaba un poco grande pero por suerte la señora Choi apareció de la mejor manera posible quién también iba muy arreglada con aquel vestido ceñido pero cómodo morado liso pero a la vez brillante mientras que iba peinada con el pelo casi todo suelto ya que gracias a una peineta dorada con flores rosadas le sujetaba algunos mechones de pelo y aunque la señora Choi estuviera genial, havia un problema y ese era la inteligencia de Laila con la cual podría llegar a la conclusión de todo lo que se estaba acabando de preparar pero por nuestra suerte Laila solo hablaba de lo hermoso que era el vestido mientras la señora Choi hacía magia con el vestido y yo la peinaba de tal forma que su pelo quedaba perfectamente atado con una gran trenza central llena de flores y pequeños destellos que al parecer le impresionó totalmente pero de forma positiva.-¿Ya está?-Laila asintió mientras bajaba de aquella silla en la que se había subido para poderme peinar antes de irnos hacía el gran salón en el cual estaba su gran sorpresa preparada, mi pelo estaba totalmente suelto pero a la vez lleno de pequeños destellos que combinaban perfectamente con todo hasta con aquella tiara que había aparecido de forma permanente ese día dónde acabado aquello que nunca había de haber existido o pasado por nada del mundo pero que havia dado lugar a este hermoso momento.-¿Qué te parece?-Las dos dimos una vuelta para que Draco admirara nuestros hermosos vestidos en cuanto llegamos al principio de aquellas escaleras que deberíamos bajar y en donde el se encontraba vestido con un traje muy elegante de color negro y una camisa blanca como la nieve pero lo mejor de todo, fue aquella sonrisa que dio al vernos girar ysolo sonrió de aquella que tanto me gustaba pero también sacando de su bolsillo una pequeña cinta azúl que le colcó a Laila sobre sus ojos para poder crear también más intriga y nerviosismo hasta llegar delante de las puertas de el gran salón.-¿Estas preparada?-Ella solo asintió con una gran sonrisa y nerviosismo el cual terminó más rápido de lo que se esperaba ya que al quitarle aquella cinta azúl de sus ojos, Draco y yo abrimos aquellas grandes puertas que la dejaron ver el gran salón el cual estaba totalmente adornado con sus colores favoritos, con grandes mesas llenas de comida y como no todos aquellos que estuvieron aquel gran día que saltaron mientras le felicitaban un muy buen cumpleaños en cuanto ella los vio pero en vez de ir hacia ellos para abrazarlos, se acercó a Draco y a mí quienes estábamos a punto de desvelarle la verdadera gran sorpresa después de que nos abrazara a los dos de aquella manera tan linda agradeciendonos una y otra vez aquello que habíamos hecho.-Eso no es todo, Draco y yo tenemos una noticia que darte.-Los dos agarramos a Laila con una mano cada uno mientras íbamos entrando a la sala mientras nos miraba a los dos de aquella forma tan encantadora y ilusionada que estaba esperando que alguno de los dos le dijéramos ya de una vez de que se trataba aquella gran sorpresa de la cual estuvimos hablando durante mucho tiempo y cuando digo mucho, no exagero porque tuvimos un gran debate los dos sobre que hacer exactamente y como aquello que tanto estaba esperando Laila junto con todos los demás quienes estaban a nuestro alrededor y que tampoco tenian ni idea de aquello cosa que hizo provocó muchos nervios que nos impedian dar la noticia porque no sabíamos quién debería empezar
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Elisabeth Silver y el mundo de Astral
FantasyElisabeth Silver es la única chica hija de metahumanos de la Tierra un planeta al cual llegó cuando era pequeña pero por un motivo muy importante, la persegia a ella y a toda su familia el malvado Kyoto Stain quien controlaba el planeta Astral de fo...