BLACK GREEN VOL.3 [Harry Potter y el prisionero de Askaban]

━ CHAPTER THREE

UNA HORRIBLE CENA

Hope coloreaba un dibujo que había hecho de la ventana de enfrente. Estaba utilizando el kit de arte que Hermione le regaló de cumpleaños, pero por más que deseara mantenerlo intacto ya había perdido la cuenta de las puntas que llevaba rotas.

Se sentía bastante decaída. Ni siquiera estaba con Prince. Lo había visto tan aburrido que decidió mandarlo a buscar a Hedwig, así que probablemente ya estaba con los Weasley en... ¿dónde había dicho Ron que se quedarían después de sus vacaciones? Algún nombre que llevaba la palabra "chorreante". No lo recordaba. Ron le había contado en alguna carta de mucho tiempo atrás.

Hope alzó la vista del dibujo para ver el color de la ventana de Harry, pero luego sus ojos se posaron en una lechuza que volaba con gracia hacia ella. Confundida, se apartó de la ventana y la dejó entrar.

En definitiva no era Prince. La lechuza color pardo era idéntica a la que Harry recibió la noche de su cumpleaños. Y al igual que esa noche, llevaba un paquete junto a una carta. No fue muy difícil deducir que era de Hogwarts, pues el sobre tenía el escudo de la escuela marcado al frente.

Hope se levantó y le quitó su carga a la lechuza, esta salió volando rápidamente. Hope se encogió de hombros «Que profesional.» Pensó.

Primero prestó atención a la carta de Hogwarts. Percatándose de que era más gruesa de lo normal, Hope rasgó el sobre, extrajo la primera página de pergamino y leyó:

Estimada señorita Green:

Le rogamos que no olvide que el próximo curso dará comienzo el 1 de septiembre. El expreso de Hogwarts partirá a las once en punto de la mañana de la estación de King’s Cross, anden nueve y tres cuartos.

A los alumnos de tercer curso se les permite visitar determinados fines de semana el pueblo de Hogsmeade. Le rogamos que entregue a sus padres o tutores el documento de autorización adjunto para que lo firmen.

—Hogsmeade... —alzó las cejas—. Ni idea, pero suena bien.

Claro que no le pediría nada a la tía Beth, pero ya encontraría una manera de falsificar su firma o a lo mejor buscar a un adulto tan despistado como el ahora sin memoria Gilderoy Lockhart, que firmara por ella. Sonrió sabiendo que tenía la autorización asegurada.

Luego prestó atención al paquete y reconoció de inmediato los garabatos que había en el papel marrón: era de parte de Hagrid.

Hope desprendió la capa superior de papel y vislumbró una cosa verde como de piel, pero antes de que pudiera desenvolverlo del todo, el paquete tembló y lo que estaba dentro emitió un ruido extraño, como un gruñido.

Dejó caer el paquete al piso sin pensarlo. Le agradaban los regalos de Hagrid, siempre eran muy agradables y algunas veces bastante... curiosos, pero ese paquete sonaba algo salvaje. Sabía que Hagrid nunca le enviaría nada peligroso a propósito, pero también sabía que Hagrid consideraba muy pocas cosas peligrosas.