━ CHAPTER FOUR

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EL AUTOBÚS NOCTÁMBULO

Con algo de torpeza por sus manos temblorosas, Hope abrió la puerta del número 14 y entró corriendo, casi tropezando con los tacones

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Con algo de torpeza por sus manos temblorosas, Hope abrió la puerta del número 14 y entró corriendo, casi tropezando con los tacones. Ni siquiera se molestó en cerrar tras de sí.

Salió al jardín trasero, tomó la jaula vacía de Prince y, casualmente, alzó su maleta que se encontraba al lado de la puerta. La había dejado ahí en la mañana previendo su huída después de la cena. Aunque que claro que no previó el hecho de que la cena sería con los Dursley, que habría magia "accidental" de por medio, y que probablemente Charlotte o la tía Bhet deseaban matarla. Tal vez ambas.

Cuando volvió a entrar escuchó pasos apresurados dentro de la casa. Los ignoró por completo y abrió una de las alacenas de la cocina en busca de algo.

—¿Qué fue todo eso, Hope? —exclamó la tía Bhet detrás de ella—. ¿Estás conciente de que pudiste herir a alguien explotando esa copa? No digo que esa tal Marge no se lo mereciera —soltó una risita nerviosa—, ¿pero acabas de ver que esa horrible mujer se fue volando y vienes aquí a...? ¿Hope, qué estás haciendo? ¿Y esa maleta?

Hope sonrió cuando encontró su varita detrás de unas latas de sopa. Dio la vuelta y pasó de largo a la tía Beth, dirigiéndose a la salida.

—Son mis cosas, me voy —Hope se detuvo en el perchero al lado de la puerta y se puso su chaqueta negra—. ¿Podrías enviarme mi escoba en unos días? No puedo sacarla ahora, tengo prisa... mmm —balbució por un segundo pero al final miró a la tía Beth con una sonrisa de labios apretados—. Supongo que no nos veremos en un buen tiempo. Debes saber que a Charlotte le gusta el pescado bien cocido pero sin pimienta. Adiós.

En un parpadeo Hope llegó a la acera. Miró el cielo nublado y vio a la señora Marge dando vueltas por ahí, elevándose más y más. Pudo escuchar sus gritos lejanos, al igual que los de Charlotte, que iba corriendo en dirección al globo enorme como si pudiera alcanzarlo. Sonrió con más satisfacción y se giró a la casa de Peter, donde las luces todavía estaban encendidas.

«Hope, ¿qué haces?» «Hope, vuelve aquí» Decía la tía Beth, pero fue ignorada rotundamente.

«¿Hope, a dónde vas?»

«Hope, te estoy hablando...»

«Hope Merope Green, date la vuelta, es mi última advertencia»

Hope hizo oídos sordos.

Sin embargo, antes de que pudiera dar un paso más, el grito tembloroso de la tía Beth abrazada al marco de la puerta la detuvo. Nunca en la vida había sonado tan asustada y molesta a la vez.

—¡No irás a ningún lado, Hope! Vuelve aquí ¡Es una orden!

Sorprendida pero aún enojada, Hope se volvió y miró a tía Beth con una ceja levantada.

¿En verdad se estaba atreviendo a gritarle? ¿A ella? Hope contuvo una risa irónica.

—¿Ah sí? ¿Quién lo dice? —preguntó en tono burlón. Como si en verdad le interesara la respuesta.

BLACK GREEN VOL.3 [Harry Potter y el prisionero de Askaban]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora