BLACK GREEN VOL.3 [Harry Potter y el prisionero de Askaban]

━ CHAPTER SIX

POR SU BIEN

Hermione se había comprado un gato.

—¡AY, DUELE! ¡SUÉLTAME! ¡MI BRAZO! ¡MI BRAZO!

Y él y Hope no se llevaban muy bien.

Tenía algo de sentido; en la tienda de mascotas, Hope había pisado la cola de "Crookshanks" accidentalmente, sin embargo, el gato le tomó mucho resentimiento. Por suerte no estaba sola. A Ron tampoco le agradaba, desde el primer momento el gato tuvo un altercado con Scabbers y se ganó el desprecio del pelirrojo.

Hope no culpaba al felino, también le desagradaba la rata chillona sin un dedo, pero de todos modos, Hermione estaba encantada con su mascota color canela y cara de mal genio aplastada. Tanto que ignoraba el hecho de que el brazo de Hope era su juguete favorito para afilar las garras y probar sus colmillos.

Después de que Harry y Ron lograran quitárselo de encima, Hope se mantuvo alejada de Crookshanks el resto del camino al Caldero Chorreante. Como ni ella ni Scabbers estaban a su vista, el gato ronroneaba suavemente en los brazos de Hermione.

—¡Hermione, tu gato es un arma! Casi me arranca el brazo... —gimió Hope, dándose mimos a sí misma.

—No lo hizo a propósito, ¿verdad, Crookshanks? —dijo Hermione.

—No, yo estoy de acuerdo con Hope, ¿Y qué pasa con Scabbers? —preguntó Ron, señalando el bolsillo que tenía a la altura del pecho—. ¡Necesita descanso y tranquilidad! ¿Cómo va a tenerlos con eso cerca?

—Eso me recuerda que te olvidaste del tónico para ratas —dijo Hermione, entregando a Ron una botellita roja que habían comprado en la tienda de mascotas—. Y deja de preocuparte. Crookshanks dormirá en mi dormitorio y Scabbers en el tuyo, ¿cuál es el problema? El pobre Crookshanks... La bruja dijo que llevaba una eternidad en la tienda. Nadie lo quería.

Harry miró con una ceja alzada a Hermione.

—Por qué será... —dijeron Hope y Ron al unísono.

Al llegar al Caldero Chorreante se encontraron al señor Weasley, sentado en el bar leyendo El Profeta.

—¡Harry! ¡Hope! —dijo levantando la vista y sonriendo—, ¿cómo están, chicos?

Hope alzó un pulgar en su dirección y Harry murmuró un «Bien, gracias» algo desanimado, dejando todas sus compras en el suelo.

El señor Weasley extendió el periódico y Hope vio la ya familiar fotografía de Sirius
Black, mirándole intensamente. De nuevo tuvo la sensación de ya haber visto al hombre en algún otro lado. Ese "cus cus"  se estaba volviendo tedioso.

—¿Todavía no lo atrapan? —preguntó Harry, al notar los ojos Hope enfocados en el periódico.

—No —dijo el señor Weasley con el semblante preocupado—. En el Ministerio
nos han puesto a todos a trabajar en su búsqueda, pero hasta ahora no se ha conseguido nada.