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La jornada escolar finalizó y todo el grupo de Danielle se encontraba afuera esperando por la chica.

—¿Dónde mierda se metió? Pensé que había bajado con nosotras.

—¿Tal vez fue al baño?

—¡Chicas! —la supuesta perdida bajó las escaleras, tropezando en el último escalón, Hanni carcajeó y ella se volvió a enderezar, sin tomarle importancia—. ¡Invité a Haerin a tomar helado con nosotras! —se veía demasiado animosa saltando de lado a lado.

Las muchachas tenían una tradición de ir a la misma heladería algún lunes del mes. Decidieron que hoy sería buena idea pensando que acababan de iniciar las clases y así se daban un gustito por el mal rato de volver a aquel infierno, como Hanni decía.

—¿Y dónde está? —preguntó Minji, observando al rededor.

La cara de Danielle se descompuso unos segundos.

—¡Mierda, Haerin! —Marsh volteó con rapidez, corriendo por las escaleras.

La emoción de tener a la chica cada vez más cerca hizo que se le olvidara que tenía que ir a buscarla. Dani le había dicho que la esperara en la cancha de la escuela y que así aprovecharía de mostrarle un poco el lugar antes de salir.

Haerin se impresionó por lo rápido que Danielle era para formar relaciones, pero no en el sentido negativo, no sentía que la australiana fuera intensa o algo por el estilo, y por eso, aunque socializar le agobiaba la mayoría de veces, le estaba comenzando a tomar gusto a esta nueva castaña que le trataba lindo, como si fueran amigas de toda la vida.

—¡Haerin, lo lamento tanto!

La niña estaba sentada en uno de los escalones con la mirada ida, sus pies se balanceaban y parecía aburrida.

Se giró hacia ella con una pequeña sonrisa, Dani lucía tan preocupada que no pudo evitar pensar en que era muy tierna.

—¡Lo siento mucho, mucho, mucho! —se acercó a la más baja, tomando sus manos inconscientemente mientras seguía disculpándose con lástima—. Salí corriendo porque quería darles la noticia a las chicas de que-

Calló sus palabras, dándose cuenta que casi se delata. Haerin, frente a sus ojos observó sus manos unidas con timidez.

Dani las separó de inmediato, riendo un poco.

—Ah... —suspiró enamorada—. En fin, ¿aún quieres ir, verdad? —cuestionó con puchero.

¡Igual a un cachorrito!

Haerin ladeó la cabeza asintiendo.

¡Igual a un gatito!

Estaban conectadas sin siquiera darse cuenta.

—Sí, sí quiero.

***

—¡Idiota, eso es mío! —una enojada Hanni le pegó un manotazo en el brazo a su novia, quien segundos atrás le había robado una cucharada de su helado.

Minji soltó un quejido, riendo.

—Para medir tan poco tienes fuerza, minion —Haerin rió viendo a aquel interesante par.

Dani, a su lado, observó a la chiquilla con ojos brillantes. Reía bonito.

—¡¿Qué me dijiste?! —Pham volteó enojada, dispuesta a iniciar una discusión, mas Minji se le adelantó, agachándose un poco y robándole un piquito en los labios.

Hanni calló a gusto y siguió comiendo de su pote como si nada.

Eran una pareja muy especial.

Haerin quedó algo impresionada, no sabía que eran novias y la tomó por sorpresa.

poto + luna = haerin | daerin auDonde viven las historias. Descúbrelo ahora