Haerin guarda su móvil en el bolsillo del hoodie que tenía puesto y ahora con las manos al rededor de su estómago, protegiéndose, observa al rededor suyo con nerviosismo. Habían un sin fin de salas, los edificios se notaban tan amplios que parecían infinitos.
¿Qué se supone que haga ahora?
No tenía ni la menor idea dónde quedaba la oficina del rector para que pudiese guiarla. Mucho menos sabía cuál era su propio salón.
Intentó buscar a algún profesor para que le ayudase, o hasta un alumno, pero los pasillos estaban vacíos.
—¡Danielle!
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poto + luna = haerin | daerin au
Roman d'amourDanielle vio en internet que si le mostraba el poto a la luna le traería buena suerte en el amor.