Era su mes número quién sabe qué en ese lugar. no lo detestaba, pero tampoco lo amaba. Su padre le ponía a trabajar allí porque ella tenía que hacerse cargo luego, y ella... bueno, ella lo aceptaba porque de todas formas no tenía otros planes en mente. Deseaba una vida más tranquila, más como todo el mundo, pero eso era lo que le había tocado y ella no podía hacer mucho en contra de ello. Aparte, era un alivio para ella no ser empleada de ninguna empresa y tener una oportunidad así. aunque fuera demasiado vaga, siendo honesta. Estudiaba en la universidad, sus clases eran virtuales ante la imposibilidad de asistir a las mismas por ayudar en el negocio, sin embargo, eso no significaba que tenía más tarea que ganas de vivir.
Su padre había comenzado ese negocio pocos años atrás, pero por el momento, se sentía agradecida de que a pesar del actual desorden que tenían, todo había podido mejorar drásticamente en sus vidas. Podía faltar los fines de semana y aunque su padre no se sentía contento con sus faltas, no es como si pudiese despedirla. El hombre no tenía confianza en alguien más para dejar su negocio, así que estaba bastante confiado.
Algo que le molestaba de ir a aquél lugar, era la manera en la que le trataban por ser mujer. Sabía que era fuerte, podía cargar muchas cosas puesto que de todas formas ella hacía ese trabajo en casa, pero eso no quería decir que las demás personas aparte de su familia valoraban su fuerza. Sí que aún le faltaba esforzarse en muchas áreas, después de todo era humana y su mayor tentación era dormir o estar sentada creando escenarios en su mente, pero confiaba que iba a mejorar.
Quejarse, de todas formas, estaba fuera de sus planes. Solo estaba cansada esos días. Las extensas tareas universitarias le estaban volviendo loca. Nadie dijo que sería fácil, pero sí que le mencionaba acerca de una falsa libertad universitaria. Cada día su propia madre le decía que no tendría tantas restricciones o problemas como en el colegio, pero vaya sorpresa. Y vaya mierda también. No soportaba el hecho de que sus profesores, la mayoría, ni siquiera tuvieran el suficiente interés en explicar. ¿Para qué era acaso el dinero que pagaba? ¿Para obtener materias aprobadas en las que ni siquiera le explicaban lo básico?
En su mente, al iniciar, estudiar de forma virtual iba a ser su salvación. Consideraba que los maestros iban a dejar tareas bien explicadas en la plataforma y que no tendría necesidad ni siquiera de realizarles preguntas, sin embargo, todo aquello también era una farsa. Al sol de ese día aún se preguntaba qué sopas hacían con su dinero. Se sentía como cuando tardas siglos ahorrando por un nuevo libro que sientes que vas a amar, y cuando lo obtienes, se queda recogiendo polvo en las estanterías. Exacto, dinero a la basura.
Dejó sus pensamientos de lado cuando un cliente le pidió una banda de frenos. A veces le gustaba presumir que tenía trabajo y que era de hecho una persona trabajadora, pero la verdad es que cuando le tocaba realizar sus asignaciones diarias allí, dentro de su ser sentía la rabia burbujear por no querer que la manden.
—Buenas, en un momentito, iré a llamarlo—se dirigió al alto señor en frente de ella, refiéndose a buscar a su padre. Caminó hacía el almacén trasero de forma veloz, temiendo dejar solo en frente y que le robaran—, te buscan, míster padre—dijo finalmente cuando lo encontró.
Su padre asintió levemente, dejando lo que hacía y ella caminó despacio detrás de él hacía el mostrador delantero. Le daba vergüenza llegar antes que él, porque a diferencia de su padre, ella solo sabía realizar cosas básicas y una de ellas no era buscar bandas. No obstante, a diferencia de lo que muchos creían, no era porque quisiese. Si Leia todavía no sabía dónde encontrar diversos productos era por el desorden gigante que tenían allí y porque su padre solo le permitía hacer lo básico. Incluso había escuchado clientes quejándose de que una mujer buscase sus piezas en vez de un hombre, así que su padre no le interesó en lo absoluto enseñarle mucho.
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¡Mamá, el auto! 🦴 Mark Lee
FanficDonde mark tiene una gran atracción hacia la chica que trabaja en el taller de mecánica. 🦴 -minúsculas a propósito en algunas situaciones. -no copias, ni traducciones, ni adaptaciones.