Phoenix -LIBRO 2

Capitulo 50

Lizzie se encontraba en el comedor de la casa Salvatore sentada mientras tenia un plato de comida frente a ella, pero lo unico que hacia era jugar con su tenedor, sin ganas de comer, sin ganas de nada. 

Se sentia triste, frustrada, enojada, debil... No sabia para donde ir, que hacer, como hacerlo. No se sentia segura en ningun lado, sus propios secretos la atormentaban, no habia una persona a la que no le ocultara algo, no habia nadie que este al tanto de como se sentia, de sus emociones y dolores.

La chica alejo el plato y puso sus manos frente a ella, con un pequeño movimiento de las yemas de sus dedos de la mano derecha logro sacar fuego de forma casi inmediata. 
Por su mente aparecio una idea un poco descabellada pero no le importó mucho. Se levantó de la silla y salio de la casa, tomando su auto.

Al llegar al bosque tuvo que adentrarse un poco para llegar a las ruinas de la vieja casa Salvatore, a su vez tenia en mano el viejo grimorio de su familia, ahi era donde estaba el hechizo que necesitaria.

Lo primero que tenia que hacer era iluminar un poco la casa, asi que con un chasquido prendio un par de velas en la casa, y moviendo lentamente su mano, se creo un circulo de hojas rojizas, marrones y verdes.

Puso el grimorio en medio y se arrodillo frente a el, cerrando los ojos. Inmediatamente el viejo libro se abrio dejando ver la pagina que la castaña necesitaba. 

—invocare somnium meum— Pronunciaba la castaña intentando mantener su mente en lo que necesitaba.

Los ojos de la bruja fenix comenzaron a brillar fuertemente mientras sus manos comenzaban a temblar, al igual que el viento surgia de esa fria y calmada noche. Un ultimo suspiro fue lo que la bruja pudo hacer antes de caer inconciente.

Al abrir los ojos Lizzie se encontraba en lo que parecia ser un parque antiguo, lo recordaba, era el parque que tenia la casa Salvatore en su época. De un momento a otro vio a una chica, vestida con un precioso vestido de época, correr mientras reia, detras de ella aparecio un chico castaño que la seguia, tambien riendo. 

Era ella, y el chico que la seguia era Stefan. El humano logro atrapar a la bruja de la cintura y la hizo girar.

—No se me iba a escapar señorita Pierce— Dijo el castaño claro dejando un beso en la punta de la nariz de la menor.

—Casi lo logro Señor Salvatore

—Pero no lo hizo, futura Señora Salvatore— La pequeña no pudo evitar sonrojarse ante lo dicho por el chico— Suena bien sabes... Elizabeth Salvatore

—Mmm creo que suena mejor Elizabeth Pierce de Salvatore— El castaño sonrio y dejo un beso en la mejilla de la chica

—Tiene razon, mi hermosa futura esposa. Usted sera Elizabeth Pierce de Salvatore, porque sera mia, y yo totalmente suyo, bueno... ya lo soy desde la primera vez que vi esos hermosos ojitos marrones

—Creo que no viniste a ver eso, ¿Verdad?—Lizzie saco su vista de la pareja adolescente y se giro encontrandose con Emily

—Emily...

—Sabia que algun dia vendrias, pequeña Elizabeth, aunque admito que no pensaba que tardarias tanto

—Si supieras...— Dijo Lizzie suspirando

—¿Quieres que quite el hechizo, verdad?— Lizzie asintio— Bien... sigueme

Ambas entraron a la casa y fueron a la que... en su momento era la habitacion de Lizzie.

—Se que no es mi problema pero...— Dijo Emily abriendo su grimorio— ¿Que haras?

—Si soy sincera contigo Emily. Este bebe es lo unico que actualmente me esta manteniendo cuerda

—Mira... Te voy a dar un consejo— Le dijo la bruja mientras le indicaba que se acostara en la cama— No creas que por ser una buena persona, y por tener poderes, debes salvar a todos, porque no es cierto. La primera siempre tienes que ser tu, luego los demas que lo hagan por si mismos, no porque seas bruja significa que vale menos tu vida que la de otros

A Lizzie se le cristalizaron los ojos inevitablemente

—Lizzie, eres hermosa, inteligente, buena, que mas esperas de la vida... Los problemas siempre se solucionan pero... ¿Que le piensas contar a este bebe? ¿Todo lo que sufriste toda tu vida por el hecho de ser bruja? ¿Todo lo que sacrificaste por los demas sin tener nada para ti? Este es tu momento de ser egoista y pensar solo en ti y en tu bebe

—Gracias Emily— Susurro Lizzie— Tal vez era eso lo que necesitaba escuchar

—Ya lo entenderas— Emily puso sus manos sobre el vientre de Elizabeth y pronuncio— resera conceptus reviviscat