Naruto Long - Shots ✔️

34 - Verdadero monstruo

Descargo de responsabilidad: No soy dueño de Naruto

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Capítulo 3

Miyako Uchiha estaba furiosa mientras, junto con su equipo Anbu, buscaba por toda la aldea cualquier rastro de su hermana pequeña en todo menos en sangre. Aquella estúpida había elegido de alguna manera el peor momento para gastarle una broma al Hokage y robarle una de las posesiones más preciadas de toda Konoha.

Las bromas habituales de Kaho no eran nada comparadas con ésta, ya que había conseguido enfurecer tanto a toda la población shinobi que ni siquiera la protección de los Uchiha y los Hokage sería suficiente para protegerla de toda la reacción que sin duda causaría este incidente.

Estrangularé a esa estúpida con mis propias manos", juró Miyako. Miyako estaba segura de que Kaho tenía más tacto que el desastre que había causado, pero en realidad estaba muy preocupada porque sabía que si algún otro shinobi atrapaba a Kaho en vez de a ella, no sería muy amable. Algunos incluso intentarían herir a Kaho, aunque Miyako juró purgar el mundo de esa escoria. Estrangularía a cualquiera que se atreviera a hacer daño a la niña animada a la que había llegado a considerar su hermana pequeña.

Tengo que encontrarla antes que nadie. Pero, ¿dónde podría estar y por qué hizo algo tan estúpido como robar el pergamino de sellos?". Miyako reflexionó cuando uno de sus hombres apareció ante ella.

"La encontraste", casi exigió Miyako.

El shinobi enmascarado de Oso se sorprendió de que su capitana hubiera alzado la voz, pues nunca había visto a Miyako Uchiha nada que no fuera tranquila, pero ahora estaban viendo una faceta completamente distinta de la capitana Miyako Uchiha; la capitana Anbu más joven de la historia de Konoha.

Miyako Uchiha [ ItachiFem ] era una Anbu prodigio de 15 años. Era una chica alta que medía un impresionante metro setenta y cinco. Tenía unos encantadores orbes negros como perlas, negros como el mar infinito del espacio oscuro. El pelo le caía por encima de los hombros, casi hasta el trasero, aunque de momento lo llevaba recogido en una coleta. Llevaba una máscara de cuervo que ocultaba su rostro angelical de la vista de los demás.

Miyako enderezó la espalda al recibir la respuesta de su agente y, aunque su cuerpo estaba cubierto por la armadura Anbu, se podía ver fácilmente que estaba muy bien dotada con todas las curvas femeninas en los lugares adecuados. Tenía una complexión muy atlética y sus músculos se desgarraban con el poder que poseía en su esbelta estatura.

Miyako estaba a punto de arremeter contra su agente cuando sintió la enorme cantidad de chakra que se acumulaba en el lado oeste del bosque. Inmediatamente, ella y sus hombres se pusieron en movimiento cuando sus sentidos se pusieron en sintonía con el chakra que acababan de sentir y, en cuestión de segundos, entraron en acción.

La primera intención de Miyako fue saltar y agarrar también a Kaho para ponerse a salvo, pero inmediatamente detuvo su carga y su equipo imitó sus acciones de inmediato, ya que se escondieron rápidamente para ver lo que estaba pasando.

"¿Quién es ese tipo?" preguntó el tipo con la máscara de ciempiés. Su voz no era más que un susurro, pero el temor y el miedo eran evidentes incluso en ese pequeño susurro.

Miyako no respondió. Sus ojos se concentraron en la pequeña figura de Kaho, que estaba ocupada examinando al tipo de pie en medio de una fórmula de sellado, aunque los revestimientos habían empezado a desvanecerse.