08. Meeting the toys.

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|11:30 p.m.|

Me mire al espejo, observándome de pies a cabeza, esta vez decidí llevar algo más sexy, me gustaba y me sentía cómoda, en especial lo hice para verme bien en ese lugar, junto a Bill. Era su cumpleaños, así que esta vez no pensaba llevar algo aburrido.

Los chicos no se iban aún, igual ya sabían que iba a salir al avisarle a Draven, en presencia de estos.

Baje las escaleras una vez que tenia todo lo necesario. Los chicos voltearon al escuchar mis pisadas. El chiflido de Karube y Abby me hizo voltear a verlos, tenía las miradas de todos.

"Te vez hermosa, Leila." Sonrío Abby, sin dejar de ver mi atuendo.

"Gracias, Abby" Le di una pequeña sonrisa, mientras iba por las llaves.

"Ve con cuidado, Leila. Cualquier cosa marcarme, iré por ti si es necesario." Draven me miraba serio, él se estaba acercándo a mí, estirando la mano, mostrando en ella las llaves.

"Estaré bien, no te preocupes." Tomé estas, guardándolas en mi bolso.

Volvió a sentarse en la sala, quedando a un lado de Tate y Karube que ambos chicos no dejaban de verme.

"Les gusto." Me burle viendo a ambos, notando sus miradas barriendome.

"No me gustan niñas." Karube soltó con una sonrisa grande, mostrando los dientes.

"Lo mismo digo." La voz de Tate me hizo voltear a verlo, a diferencia de karube, el mostraba una mirada seria, que en tan poco segundos la quito de mí, viendo la televisión.

Di un suspiro largo, mostrando una última sonrisa para irme ya que me llegó un mensaje de Bill, diciendo que él ya estaba afuera de mi casa.

Sin despedirme, salí de esta, viendo el auto rojo y sexy del hombre por el cual me sentía diferente a su lado. Me acerqué al auto, caminado a pasos rápidos mientras sostenía mi falda con una mano, ya que el aire la levantaba un poco. Observe como Bill bajo la ventanilla, mostrando su rostro con una pequeña sonrisa.

"Sube, muñeca." Sin bajarse de auto, abrió la puerta para que lo hiciera.

"Gracias." Termine de abrir esta para subirme, sintiendo más calor dentro del auto.

Al estar una vez dentro de su auto, subió la ventanilla y puso el seguro. Me observaba cada parte de mi cuerpo, serio, llegando hasta mi mirada que lo observa con una sonrisa.

"¿Le gusta lo que ve, Bill Kaulitz?" Pregunte haciendo mi cabeza a un lado, sintiendo como mi corazón se aceleraba, estaba nerviosa por su mirada, pero era algo que quería ocultarlo.

"Me encanta." Se acercó a mi oído. "Eres perfecta." Susurró, dejando un pequeño beso en mi mejilla. De nuevo Bill estaba en su lugar, firme y mirando al frente.

Me volteé ya que sentí como mis mejillas se calentaron. Tomé el cinturón, era una buena excusa para no levantar aún mi rostro.

"¿Lista?" Pregunto tratando de que lo vea, pero fue imposible, ya que no pensaba mirarlo.

"…Si." Respondí mirando a la ventana, con mis manos a los costados.

Bill soltó una pequeña risa, y sin esperar más encendió su auto, comenzando a manejar.

Era extraño, creí pensar que él vendría por mi en moto, pero no fue así, estaba agradecida que no la trajo, en ese caso no dudaba que mi falda seria levantada por el aire que hacía, minutos antes no lo estaba, pero eso cambió una vez dando las 12:20 p.m.

The worst nightmare... ; Bill Kaulitz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora