"No… No…." Caí ante su cuerpo mojado. "Drav…. ¡Draven!" Mis manos temblaban al tenerlo pegado a mi cuerpo, siendo llenado por su sangre cálida, y su cuerpo frío."Lei… Yo…" Intentaban salir tan escalofriantes palabras.
"¡¿Quién te hizo esto…?!" Mi pregunta no podía ser respondida por su frágil voz. "Levántate… Vamos, te llevare… Tienen que ayudarte." Mi garganta se cerraba al ver como no podía hacerlo, al sentir su cuerpo más frío, y lo peor… Su voz ya no estaba luchando contra la lluvia, para ser escuchada por mis oídos.
Mis quejidos luchaban por meter su cuerpo, dentro de la casa tan abrumadora. Mi cuerpo corrió agitado por el teléfono.
"¡Por favor vengan rápido, necesito que vengan ya!" Grite a la persona que me atendió, mostrando lo desgarradora que podría convertirse mi garganta, a punto de estallar mi corazón por estar dando lo que me pedía, mientras miraba la sangre salir cada vez más.
Colgué el teléfono y de nuevo corrí hacia Draven. Recargando su cuerpo en el mío, mientras trataba de mantenerlo despierto.
"Draven ya vienen, no tardan… Así que por favor, espera conmigo…" Mis lágrimas resbalaban por ver como sus ojos se rendían. "Por favor, no… Por favor…" Murmuraba pegando mi frente con la suya. Mis manos apenas y podían tomar bien su rostro de los llenas que estaban de sangre, tratando de cubrir esas heridas tan profundas y oscuras, manchando las prendas que tomé, y dejando el olor más notable en mis narices.
Estaba intentándolo, sus labios se movían tratando de decirme algo. "Lo… siento…" Tan ahogadas fueron las palabras que pude ver mi vista nublarse y sus ojos caer.
"¡¡No!!" Sus ojos se cerraban lo cual me hizo entrar en colapso. "¡Te dije que no!… Hermano, por favor, ni lo hagas. Te dije que no te iba a perdonar…" Su rostro era tomado por una de mis manos temblorosas, dejándolo manchado. "¡Draven, por favor!" No podía verlo, sus ojos estaban cerrados por completo, dejándome sin poder respirar bien.
"…M-me lo prometiste..."
Una promesa, la cual no fue cumplida. Draven había muerto, en mis brazos. Mi cuerpo no pudo alejarse, a pesar de escuchar ese ruido molesto, en especial las luces que pegaron en ambos, fueron más silenciosos de lo que creí...
|8:00 a.m.|
Su voz era molesta, me estaba irritando al ver sus traseros sentados, mientras el que tenía en frente, masticaba su molesto chicle."¿Por qué no ha comenzado la investigación?" Mostraba mi molestia, mi rostro estaba demacrado para el oficial que tenía enfrente, y mi ganas de golpearlo, estaban a punto de estallar.
El oficial se acomodo en su asiento, volviendo a mirarme, ya que en un momento el maldito estaba entretenido en su celular.
"Leila…" Dio un suspiro. Quien le daba el derecho de sacar ese suspiro, no ha hecho ni una mierda. "No podemos hacerlo, las cámaras no muestran nada del atacante, no hay ninguna pista que nos lleve a él. Las huellas fueron borradas por la lluvia, y esta igual ha…"
"¡¡La cámara muestra un poco de ese infeliz!!" Mis manos golpearon su escritorio, mi cuerpo estaba ahora levantado, mostrando mi ropa manchada de sangre, y mi pelo húmedo. "¡¡Tienen una maldita pista!! ¡¡Una!! ¡¡Y no lo van a hacer...!! ¡No van a hacer nada para encontrarlo! ¡¡Es su maldito trabajo!! ¡¡¿Qué mierda les pasa?!!" Gritaba viendo como los demás miraban asombrados por mi comportamiento.
El oficial se levantó, llegando a mí. Sus manos viajaban hacia mis hombros. "Leila, tranquilízate." Sus yemas rozaron estos.
"¡¡No me toques, maldito idiota corrupto!!" Lo aventé para salir de este lugar jodido. Lleve mi cuerpo corriendo lejos del la estación, mientras pensaba lo que he decidido hacer.
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The worst nightmare... ; Bill Kaulitz
General Fiction"Ya conociste mi lado dulce, ahora te toca conocer lo bueno que soy eliminando gente de mi vida como si nunca hubiera existido." Bill Kaulitz, muy sexy, con sus ojos sombreados de negro, un hombre muy misterioso, el hombre más maravilloso que podr...