Cap. 11

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Daniela Calle

— ¡Maldita sea! Me dijiste que lo tenías bajo control — la escuche gritar en elascensor

Este se abrió y vi a María José junto con Smith,ambos irritados y tensos.

No había oficinas externas en ese piso, solo estaban nuestras oficinas y las salas de junta y por eso el alboroto retumbópor todo el piso.

—No contaba con su ataque, eso no estaba previsto

— ¡Se supone que debes estar preparado! — le dijo María José, mirándolo con mucha molestia.

No, eso no podía saberlo, sacó trapos viejos, se salió de mis manos ¡Joder! — se justificó Smith

No estábamos tan solos como creía porque en ese momento un montón de gente que estaba en la sala de juntas salió y mi corazón  se aceleró al darme cuenta de eso.

— ¡Joder! — grito María José —¡Ese es el maldito problema! ¡Era tu deber saberlo!

María José jamás era agresiva al punto de lastimara alguien físicamente y el ver lo enojada qué estaba y el hecho de que cada vezestaba más cerca de Smith corrí hacia ellos y puse mi mano en su brazo.

—Relájate

—Suéltame Daniela, le voy a partir la cara— gruñó viéndome solo un segundo para volver amirarlo a él

—No lo hagas. Garzón. Aquí hay mucho gen...

—¡Me importa una mierda la gente!.

No me gustaba la actitud de María José y por eso le solté la mano en señal de"Haz lo que se te venga en gana" y a ella no le gustó eso porque de inmediato se alejó de Smith. 

—Agradece que le tengo un poco de respeto a todos aquí— dijo María José. Fulminándolo con la mirada —A partir de ahora esta empresa no volverá a recurrir a tu firma para ningún asunto legal— siguió —¡Que todo el que este escuchandolo escriba!

—¡Si señora! — se escuchó el coro de personas metiches.

—Lo siento María José— murmuró bajando la cabeza — yo jamás quise que esto pasara.

María José se aproximó de nuevo a él pero algo lo hizo detenerse. Soltó un largo suspiro y levantó un diabólico dedo para señalarlo.

—Cállate.

Acto seguido María José camino directamente a su oficina y yo la seguí.

Al entrar se acercó a su escritorio, hizo ademán a tomar algo, pero antes de hacerlo apretó sus puños con fuerza.

— ¡Joder!

Llevó sus manos a su cabeza completamente frustrada.Me acerqué un poco y fruncí el ceño porque yo jamás la había visto en ese punto de frustración.

—Ey, cálmate

—Sal de aquí Daniela, estoy demasiado encabronada ahora.

Otra vez intento tomar algo del escritorio, pero al final no lo hizo porque yo le tome las manos. Ella no estaba verdaderamente consciente, pero me estaba apretando un poco fuerte. Intenté soportarlo, realmente intenté ignorarlo, pero mis débiles manos no aguantaron mucho tiempo.

—Me...lastimas — no pude evitar decir entre dientes

María José se alejó de mí de un salto.

—¡Por Dios! — grito — ¿Como...? Pierdo un juicio importante y luego te hago daño ¿¡Que pasa conmigo!?

—Cálmate por favor— le dije en un intento de hacer que se tranquilizara

La socia de Papá. GIPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora