Daniela Calle
Salí de esa oficina temblando. Literalmente mispiernas temblaban del placer que me hizo sentir y del placer de verlo a ella así.Disfruté como nunca antes hacerle sentir placer y fue completamenteincreíble.
Salí de trabajar y me fui a mi casa. Papá saldríacon Samara así que estaría sola.
Me relaje por un buen rato en mi bañera y estandoaún ahí entro una llamada a mi teléfono que conteste inmediatamente.
— ¿Hola?
— Hola
Esa voz tan familiar que me ponía la piel degallina se filtró a través del teléfono.
—¿Pasa algo?
—teníamos un trato—empezó a decir — solocuando ambas queramos y espero que quieras, porque voy a pasar por ti enexactamente 10 minutos, no tienes opciones, me dejaste jodidamente mal.
Sonreí para mí. No podía creer que Maria José meestuviera llamando para eso al fin
—Diez minutos es mucho tiempo...
Contestó mi afirmación con un gruñido y la llamadatermino, así que me terminé de duchar y me vestí con un vestido azul.
Puse tacones negros en mis pies y decidí hacerme unmoño desordenado en mi cabello, no me maquille nada porque no solía hacerlodesde que ella había hecho el comentario sobre mi rostro.
Realmente tenía razón no hacía falta que usaramucho maquillaje y aunque a veces si me gustaba darme una manita de gato enesta ocasión seria... Innecesario.
Puse una colonia suave en mi piel y ya estaba lista,exactamente 9 minutos después escuché la bocina afuera.
Algo pasó en mi sistema, mis nervios se dispararon,mi respiración se aceleró y podía escuchar los latidos de mi corazón en mipecho. Eran gritos que decían una sola cosa: "Va a suceder"
Apenas logré relajar mis nervios bajé y ahí estaba ella, vestido con una camisa negra y un pantalón también negro. No llevaba saco ytampoco corbata, se veía más relajada, más real.
Le sonreí y llegué hasta ella. Garzón me dedico unasonrisa maliciosa y me abrió la puerta del auto.
—Así hasta podrías hacerte pasar por un caballero— empecé a molestar de inmediato
—Normalmente tendrías que ir a buscarme tu a mi asíque te podrás imaginar lo "Premium" que es esto.
Rodee los ojos cuando cerró la puerta. Una vezabrió la puerta del conductor el auto se llenó de su presencia. Ese lugar erapequeño y estando sentada al lado de una mujer tan enorme, me sentía como unacucaracha: Pequeña, atrapada, suya.
El auto se llenó de un silencio intenso, solo seescuchaba el ligero ruido del motor y las fuertes respiraciones de Maria Jose. Enalgún momento del viaje me descubrí a mí misma mirando su perfil y cuando me diuna cachetada mental y me gire, Maria Jose hablo:
—Esta vez regresaste sola, Calle— su voz tenía un poco de burla, pero estaba seria.Su rostro estaba serio, sus brazos tensos

ESTÁS LEYENDO
La socia de Papá. GIP
Hayran KurguLo prohibido siempre es mejor. Poche gip Fanfic caché La historia no es mía, es una adaptación de EL SOCIO DE PAPÁ, de Vico_Alvarez