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THREE

Presente, 2023, Gran Premio de Arabia Saudita

Checo sabia que esta era una de sus oportunidades más grandes para demostrar de los que está hecho, Arabia Saudita, un circuito callejero en el que a pesar de no tener el mejor historial tras un cuarto lugar a pesar de haber largado en pole por un safety car que le vino muy mal el año pasado, sentía que podía hacer algo excelente este año, lo sentía en sus venas, lo sabía, sabía que tenía que dejarlo todo en la pista.

Y eso es lo que estaba haciendo.

Sus grandes ojos cafés observaban y analizaban la pista que cruzaba a más de 300 kilómetros por hora en busca de la pole, la cual estaba siendo peleada por varios, entre ellos su máximo objetivo: Max Verstappen.

Sus manos se aferraban al volante ante la idea de vencer a Max Verstappen, ganarle esa pole que sabia que por más insignificante que fuera en la carrera de Max ante las múltiples poles ya ganadas por el neerlandés, para el de ojos azules el ser vencido por quien sea en la más mínima cosa le hacía molestar, pero por alguna razón el ser vencido por su compañero de equipo le enfurecia a niveles que él sabia no eran sanos.

Por suerte el sentimiento es mutuo.

Checo observaba todas las curvas, las rectas, sus manos presionaban y sus pies se encargaban de acelerar y frenar en los lugares correctos.

Sentía que volvía a respirar una vez cruza la meta, sus latidos era todo lo que sonaba, retumbando a niveles que sentia que se le salía de el pecho, sentía un nudo en su garganta cuando las palabras por fin salieron.

"¿La obtuve? Por favor dime que la tenemos"

Aquellas palabras se escucharon como un eco en su mente, poniéndole de nervios la espera a él resultado, sintiendo que fue una eternidad cuando en realidad no le tomó ni cinco segundos a su ingeniero para responder. Lo había logrado, había obtenido la maldita pole.

"¡P1 Checo, muy bien!¡Pole position!"

Los gritos llenos de euforia llenaron el circuito y al mexicano se le inflaba el pecho de orgullo, sintiendo la alegría llenarle y gritando por la radio de felicidad, agradeciendo a su equipo y dejando en alto su país.

Lo había logrado.

Salió de su monoplaza y le dio un par de palmadas a su neumático, celebrando su pole position lleno de orgullo y pronto trotando para ir con su equipo, teniendo una pequeña celebración ya que sabia que lo más importante era el día siguiente, sin embargo para él, el haber obtenido la pole era un paso muy grande para por fin poder consolidar una victoria que el año pasado se le había escapado de las manos.

— Felicidades, Checo. — Soltó el monegasco de Ferrari, quien había conseguido la segunda posición, sin embargo se le veía algo desanimado al ser que había recibido una penalización y el resultado claramente podría ser afectado por eso.

Checo lo notó.

— Igual para ti, Charles, tranquilo que mañana todo irá bien— Dijo el Mexicano, intentando animar a su amigo para después abrazarlo un par de segundos.

Sin notarlo, un par de ojos lo observaban con recelo, el neerlandés estaba que explotaba de el enojo, no había quedado ni cerca de la pole y saber que Checo era el centro de atención le enfurecia, verlo ser abrazado por Leclerc, por Sainz, por Alonso. Vaya mierda.

Notaba la forma en la que Sergio batia sus largas pestañas de forma coqueta, sabia que eso lo hacía de forma inconsciente y eso lo enfurecia, antes todas esas miradas eran solo para él, toda su atención le pertenecía y el saber que él solo había provocado el fin de su relación, le amargaba más la situación.