4. La Maraña de Engaños

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El sol comenzaba a iluminar el Bosque Sylveon, disipando las sombras de la noche. En medio del tranquilo amanecer, la cabaña de Serena parecía estar tranquila como si nada hubiera pasado la noche anterior, secretos al momento solo Ethan conocía.

Una vez que ella estuvo dormida, Ethan no perdió tiempo. Tras asegurarse de que Serena descansara en su cama, se dirigió al rincón de la habitación donde había dejado su mochila. De allí, sacó su propio teléfono y comenzó a escribir un mensaje, y después de escribirlo, Ethan navegó por los contactos en su teléfono hasta encontrar la entrada que había creado para Serena. Mientras lo hacía, no pudo evitar sentir un cosquilleo de anticipación. La hipnosis era un juego peligroso, y cada movimiento que hacía parecía aumentar la apuesta. Sabía que esta conexión telefónica lo ataría más estrechamente a Serena, y eso era exactamente lo que buscaba.

Con un gesto elegante, Ethan marcó el número de teléfono de Serena, registró el suyo en el teléfono de la chica, y envió el mensaje. No pasó mucho tiempo antes de que viera la confirmación de que el mensaje había sido entregado. Un ligero rastro de una sonrisa curvó sus labios, aunque era una sonrisa que reflejaba sus propias ambiciones más que cualquier sentimiento amistoso.

Era importante y sabía que ahora iba a ser completamente normal que ambos tuvieran el número del otro, ahora era una prioridad segura para la chica.

La mañana siguiente, mientras la luz del sol filtraba a través de las cortinas, Serena recibió un mensaje en su teléfono. Una vibración suave en la mesita de noche la despertó de su sueño profundo. Frotándose los ojos, Serena tomó su teléfono sin recordar cuándo había dormido y miró la pantalla iluminada. Sus ojos se posaron en las palabras que aparecían ante ella:

"Serena, hay un asunto urgente. Viajarás a donde esté Bonnie. Cítala a solas, sin Pokémon, en el Bosque Enebro. –E."

La chica, bajo el influjo de las órdenes de Ethan, leyó el mensaje y asintió para sí misma. Sabía que no podía desobedecer a su amo, y cumpliría con la tarea asignada.

Horas después, en un claro del Bosque Enebro, Bonnie se encontraba esperando a Serena, sin sus Pokémon a su alrededor. Serena llegó con una sonrisa en su rostro, tratando de parecer relajada y despreocupada.

"¡Serena!" exclamó Bonnie con entusiasmo, corriendo hacia ella para abrazarla. "¡Es genial verte aquí!"

Las dos amigas se abrazaron con alegría, compartiendo un momento que había sido bastante relajador para las dos. Serena devolvió el abrazo con cariño. "Lo mismo digo, Bonnie. ¡Siempre es bueno tener un momento de tranquilidad!."

A medida que la conversación fluía, Bonnie no pudo evitar compartir sus propias hazañas como entrenadora Pokémon. "Sabes, Serena, en mi viaje para convertirme en la campeona de la Liga, derroté a varios gimnasios. Fue un largo proceso, ¡pero estoy feliz de cómo lo he hecho!."

Serena la miró con admiración genuina. "Eso suena asombroso, Bonnie. ¡Siempre supe que serías una entrenadora increíble!. No me sorprende que hayas conquistado esos gimnasios."

Bonnie sonrió, sintiéndose animada por las palabras de su amiga. "¡Gracias, Serena! Definitivamente ha sido un viaje emocionante. Pero, ¿sabes qué sería aún más emocionante?"

Serena arqueó una ceja con curiosidad. "¿Qué?"

"¡Viajar juntas en una aventura!" exclamó Bonnie con entusiasmo. "Podríamos explorar nuevas rutas, o tal vez enfrentarnos a más personas. ¡Sería genial tenerte a mi lado!"

Serena se sintió halagada por la invitación de Bonnie, pero sabía que su situación actual no le permitía aventurarse de esa manera. Su voz reflejó una mezcla de tristeza y determinación cuando respondió. "Bonnie, aprecio mucho tu oferta, de verdad. Pero en este momento, hay algunas cosas que no me lo permiten"

Hilos De La PersuasiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora