5. Tejiendo Lazos de Dominio

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El aire estaba cargado de tensión mientras Bonnie luchaba por liberarse del agarre de Serena, quien la sostenía con una sonrisa de alegría en su rostro. Ethan observaba la escena con una sonrisa enigmática, disfrutando de la confusión y el conflicto en los ojos de Bonnie.

"¡¿Cómo... cómo hiciste esto?!" Bonnie exclamó con frustración, su voz temblaba ligeramente. "Serena, ¿por qué estás haciendo esto? ¡No puedes dejarte llevar así!"

Ethan se acercó con paso lento y arrogante, sus ojos brillaban con orgullo. "Oh, Bonnie, querida. No tienes idea de lo fácil que fue para mí ganar la lealtad de Serena. No fue más que una cuestión de palabras y persuasión. Créeme que alguien tan carismática como ella fue muy fácil de corromper... Muy fácil de dominar..."

Bonnie abrió los ojos con incredulidad, sintiendo una mezcla de asombro y enfado ante la confesión de Ethan. "¡Esto no puede ser real! Serena, ¡despierta de esto! ¡No puedes dejarte manipular de esta manera!"

Serena sostuvo a Bonnie con firmeza y asintió con una sonrisa. "Bonnie, confía en Ethan. Él sabe lo que es mejor para nosotras. Él es nuestro amo y líder. No debemos cuestionar sus órdenes."

"¡Estás equivocada, Serena!" Bonnie exclamó con desesperación. "¡Esto no eres tú! ¡No puedes estar de acuerdo con todo esto!"

Ethan sonrió de manera sombría. "Bonnie, me temo que ya no puedes escapar de esto. Mira, serás testigo de algo impresionante."

Con un gesto de su mano, Ethan liberó a Malamar de su Poké Ball. El Pokémon Psíquico flotó en el aire con una presencia ominosa, sus ojos brillaban con un brillo inquietante.

"Serena, mantenla en su lugar", ordenó Ethan con un tono firme y lleno de anticipación para en seguida dar su orden a Malamar para empezar su hipnosis...

Serena obedeció, sujetando a Bonnie con firmeza mientras mantenía su sonrisa de alegría. Ethan se acercó a Bonnie, mirándola directamente a los ojos con una sonrisa mientras la tensión en el aire aumentaba. La chica se esforzaba por liberarse del firme agarre de Serena, pero su resistencia estaba comenzando a desmoronarse. Cada vez que sus ojos se encontraban con los de Ethan, una oleada de somnolencia se apoderaba de ella, empujándola hacia un estado de letargo.

"Bonnie, te enfrentas a un poder que no puedes resistir", declaró con un tono de superioridad. "No importa cuánto luches, no podrás librarte de la influencia de mi Malamar. Tu mente y voluntad serán doblegadas ante su hipnosis."

Los ojos de Bonnie, que una vez estuvieron llenos de determinación, comenzaron a nublarse lentamente y cada vez más. Parpadeó con pesadez, sintiendo cómo sus pensamientos se volvían cada vez más invisibles, dejando solo un rastro de confusión en su mente. Sus párpados parecían pesar demasiado y estar somnolientos, y sus movimientos se volvieron más lentos y torpes a medida que la hipnosis se afianzaba en su mente.

"No dejaré que me manipules...", murmuró con una voz vacilante, las palabras salieron de sus labios con dificultad y con torpeza. Cada sílaba era un eco distante de su voluntad anterior, y sus labios apenas se movían al formar las palabras que aún podía.

Un pequeño fruncimiento en su frente reveló el conflicto interno que estaba experimentando mientras luchaba por mantenerse firme en su resistencia. Sin embargo, cada palabra de Ethan parecía ser un ladrillo más en la construcción de su voluntad, erosionando sus defensas lentamente pero con eficacia.

Ethan sonrió con confianza, observando cómo las defensas mentales de Bonnie comenzaban a ceder ante el poder psíquico de Malamar. "Lo veremos, Bonnie. Malamar, muestra tu verdadero poder."

Los tentáculos de Malamar siguieron moviéndose en una danza hipnótica, liberando ondas de energía psíquica que envolvían a Bonnie como una manta invisible. La somnolencia se intensificó, y Bonnie luchó con sus fuerzas restantes por mantenerse enfocada. Sus ojos centelleaban con una luz de desafío, pero estaba perdiendo terreno rápidamente.

Hilos De La PersuasiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora