Capítulo 2: Sospechas

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Aún seguía estupefacta ante la revelación de el remitente de la carta, Félix había sido el responsable de esta, pero ¿porqué el me mandó la carta? En mi cabeza aquello no tenía sentido. Si bien era cierto que íbamos a la misma universidad y compartíamos algunas clases no eramos tan cercanos como para invitarme a esta fiesta así que si bien ha revelado quien era el remitente, otras dudas aparecieron haciendo crecer a las primeras.

-Como es posible que hayas sido tú quien me invitó a la fiesta? No tiene sentido, en la universidad apenas cruzamos palabra.

Aunque si bien era cierto que apenas cruzábamos palabra no se me hacia tan molesto cuando hablábamos rara vez, pues me era incluso agradable, aunque si que me molestaba como era a veces de tajante respondiendo, además nunca logré descifrar el porqué de su actitud distante y fría frente a otros, desde mi punto de vista parecía querer alejar todo aquello a lo que le podía hacer daño o que le pudiera hacer daño, bueno era una simple teoría, de repente el volvió a abrir su boca para hablar

-Creo que lo sabrás a su debido tiempo Marinette, esa pregunta aún no puedo responderla ante ti.

Mi materia gris no daba crédito esa respuesta casi me provocó escalofríos, si bien no lo conocía de el todo bien, sabía lo confuso que podía llegar a ser y como te podía enrevesar.

Poco después el me notó ensimismada en mis pensamientos, a lo que levantó su mano y chasqueó los dedos para tratar de captar mi atención cosa que logró fácilmente, ya que me sacó de mis pensamientos y este volvió a soltar nuevamente unas palabras.

-No creo que sea buena idea seguir en este rincón, almenos intente disfrutar de la fiesta señorita, de hecho me ofrezco a ser su acompañante, además no creo que cause buena impresión si no se mezcla entre todos estos aristócratas que nos están observando en estos momentos.

Félix tras eso me extendió su mano como todo un caballero frente a los presentes, imaginé que esto era simplemente para tratar de mantener las apariencias frente a todos estos ricachones, y acepte para que no siguieran fijándose en la chica de la esquina rezagada.

-Bien señorito, pero usted me sigue debiendo una explicación

Tome la mano que esté me tendía y empezamos a bailar al son de la música mientras esté acercaba sus labios a mi oído y susurraba "la razón por la cual te invite es mucho más simple que la que piensas, Ladybug" le miré fingiendo que no sabía nada de lo que esté me decía, pero por mi mente solo existía un mero pensamiento "como es posible que el sepa mi identidad" me separé automáticamente de él usando mis manos para apartarlo de mi, de forma cuidadosa y negué con mi cabeza fingiendo un papel de inocencia y cierta confianza, tratando de no llamar demasiado la atención de los presentes.

-No soy quién crees que soy, Ladybug es otra persona, y no soy yo.

Con eso me di la vuelta procediendo a retirarme de aquella fiesta, dejando a Félix con la palabra en la boca lo cual el odiaba, pero cuando llegue a la salida alguien más tomo mi antebrazo y formuló una pregunta hacia mi.

-¿Marinette? ¿Pero qué haces aquí?

Hola aqui la escritora, espero estén disfrutando de la historia, díganme en los comentarios si es de su agrado.

Nos leemos queridos lectores.

La estrella inalcanzableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora