Capitulo 14

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La cocina seguía emitiendo aromas tentadores mientras los alimentos se cocinaban, pero tanto Shen Luyang como Xie Wei Han se encontraban relajados en el sofá, charlando sin preocupaciones.

Resultó ser una conversación sorprendentemente fluida.

Shen Luyang había tenido ciertas dudas acerca de si él, con su sentido del humor considerado "ordinario", tendría temas en común con Xie Wei Han. Sin embargo, esas preocupaciones se disiparon rápidamente.

Incluso cuando mencionaba algo tan trivial como "los precios en el puesto de desayunos cerca de la escuela han subido", Xie Wei Han siempre encontraba la manera de responder con una observación oportuna, como "también han comenzado a limitar la cantidad de azúcar en la leche de soja".

Shen Luyang nunca había sido demasiado cuidadoso con sus palabras, y sus conversaciones solían ser libres y sin restricciones, saltando de un tema a otro. Sin embargo, en medio de la charla, mencionaron casualmente la primera vez que compartieron una comida juntos.

Xie Wei Han, con una aparente falta de intención, preguntó: —¿Cómo está el amigo de tu amigo?

Shen Luyang se detuvo por un momento, con su taza de té suspendida en el aire. Desvió la mirada, respondiendo con cierta vacilación: —Ya ha consultado con un médico.

Xie Wei Han mantuvo su serenidad, pero con un destello de sorpresa en sus ojos. Respondió con convicción: —¿Y cuál fue el diagnóstico?

Shen Luyang se rascó la cabeza incómodamente. Había inventado una historia improvisada en ese momento sin anticipar que tendría que continuarla posteriormente.

Ahora, sin más opción, se armó de valor y continuó inventando: —Mi amigo lo llevó a un especialista en salud mental y el diagnóstico fue... trastorno de personalidad antisocial.

Apenas terminó de hablar, Shen Luyang no pudo evitar fijar su mirada en el rostro de Xie Wei Han, intentando leer alguna reacción en él.

Sin embargo, Xie Weihan mantuvo su serenidad, aunque mostrando un leve asombro. Levantó la mirada, sumido en sus pensamientos, y comentó con calma: —Vaya, eso es bastante peligroso.

Shen Luyang trató de sondear el estado mental de Xie Wei Han.

Aunque todo parecía normal hasta ahora, ¿qué pasaría si en algún momento fracasaba en una misión y eso provocara "consecuencias inimaginables", como advertía el sistema?

Le preocupaba que sus errores pudieran desencadenar un desastre en todo el mundo.

Shen Luyang observó cuidadosamente, recordando el comportamiento habitual de Xie Wei Han y eligiendo sus palabras con cautela antes de responder: —En realidad, su amigo parecía completamente normal en su vida cotidiana, mostraba respeto hacia los demás y sus amigos cercanos lo consideraban una buena persona.

—¿Quieres decir que ha logrado ocultar muy bien su verdadera naturaleza?— Los ojos de Xie Wei Han se entrecerraron ligeramente.

Shen Luyang apartó la mirada y respondió: —Sí, exactamente.

Xie Wei Han esbozó una sonrisa suave y lo miró con comprensión, planteando una pregunta intrigante: —Entonces, ¿cómo descubrió tu amigo la verdad?

Shen Luyang reflexionó por un momento y se rascó el oído: —Fue... fue de manera totalmente inesperada... mientras charlaba casualmente con su amigo, simplemente se dio cuenta.

Xie Wei Han permaneció en silencio durante unos segundos, sumido en sus pensamientos. Vestido con su ropa de hogar negra, su piel parecía aún más pálida, como un trozo de jade frío y precioso. Se asemejaba a una máquina meticulosamente diseñada, sin filtrar ninguna información: —Si ese amigo ha sido capaz de revelar un secreto tan oculto, seguramente tiene un gran aprecio por tu amigo.

Rescatando al protagonista del lunático, me convertí en su objetivoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora