Rescatando al protagonista del lunático, me convertí en su objetivo

Capitulo 5

Li Shenyu clavó la mirada en la pizarra y resopló, sin siquiera mirar a Shen Luyang.

Shen Luyang entendió, también solía lidiar con esos profesores presumidos que no tenían nada que ofrecer cuando iba a la escuela.

—Voy a revisar los trabajos de estos alumnos: Ba Xiaodong, Mao Sihan... Peng Jun... Li Shenyu".

Al terminar de leer el último nombre, Shen Luyang regresó al estrado, los miró y dejó de lado las bromas, hablando en serio: —En primer lugar, quiero disculparme con toda la clase.

Hubo silencio en el aula, pero en cada par de ojos se podía leer un "¿Qué diablos?".

Shen Luyang dejó la lista y dijo con voz seria: —Anteriormente, por razones personales, afecté el progreso de la enseñanza en el aula y su entusiasmo por aprender. Fue mi error y quiero disculparme sinceramente con todos ustedes. Lo siento.

Al caer la última palabra, Shen Luyang se acercó al escritorio y se inclinó.

El aula estalló en alboroto.

Shen Luyang se puso de pie, parado junto al estrado, elevando su voz: —Ahora queda menos de un año para el examen de ingreso a la universidad. Durante el tiempo restante, cumpliré con mi responsabilidad como profesor de física. Puede que no les caiga bien, pensar que soy molesto, que tengan ganas de golpearme cuando me ven... pero si hay algo que no entienden, que no comprenden, pueden venir y preguntarme.

Al decir esto, miró hacia el grupo de chicos al final de la fila y sonrió: —Porque las travesuras de esos pequeños amigos que patearon las mesas, patearon el suelo y se rieron burlonamente, no tienen ningún efecto en mí, que ya he pasado por muchas experiencias y soy resistente como una roca.

Movió su dedo índice de un lado a otro: —Lo único que me avergonzaría hasta la muerte es si me golpean con las calificaciones del examen de ingreso a la universidad, luego me miran con elegancia y se burlan diciendo: "¡Shen Luyang! ¡Ha pasado el plazo de tres años y ahora con qué me amenazas!".

Algunas chicas en la primera fila no pudieron contener la risa y soltaron un "jajaja".

Cuando notaron su mirada, rápidamente cerraron la boca y sus caritas se pusieron rojas.

—Ríe, ríe —dijo Shen Luyang con un gesto de mano tranquilo—, el plazo de tres años todavía tiene medio año más, no es fácil.

El aire en la clase se volvía cada vez más tenso. Todo comenzó con las risas contagiosas de las dos chicas de la primera fila, que decían "jaja", y rápidamente se extendió por toda la clase, convirtiéndose en un coro de "jajaja".

Los estudiantes de la última fila intentaban mantener su apariencia seria, pero era difícil resistirse a las risas en ese espacio cerrado. Incluso el chico gordito, que estaba cabeceando junto a la ventana y ni siquiera prestaba atención a lo que decía el profesor Shen Luyang, comenzó a reír convulsivamente al ver a su compañero de mesa.

Shen Luyang permitió que se rieran durante al menos tres minutos antes de mirar su reloj y decir: —Puedo dejarlos reír unos veinte segundos más, arriesgando mi vida. El director de estudios estará aquí en medio minuto.

Las dos chicas lo miraron y entre risas dijeron: —Profesor, ¿qué podemos hacer si no podemos parar de reír?

—Aguanten un poco más —dijo Shen Luyang mientras cerraba la puerta y mostraba una expresión de resignación—. Tengan consideración. Después de todo, solo soy un empleado que gana dos mil ciento veinticinco yuanes al mes.

El chico gordito de la tercera fila exclamó: —¡Profesor, si solo es un empleado, ¿cómo puede tener un Porsche?

Shen Luyang volvió al escritorio y lo miró, respondiendo: —Si no comprara un Porsche, ¿no tendría dinero en el bolsillo? ¿Cómo podría hacerme el pobre frente a ustedes?