Ella es especial

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Diane

Los ojos me ardían un poco, la cabeza me daba vueltas y el olor a sexo en la habitación embriagaba mis fosas nasales

Me senté sobre la cama, las piernas me dolían un poco

King apareció en la habitación, con mi desayuno sobre una bandeja rosa, sonrió al verme intentar arreglar mi cabello

— ¿haces esto con todas las chicas con las que te acuestas?

— no.. Solo contigo

Sonreí, el besó mi frente y se sentó frente a mi, acariciando la piel expuesta de mi pierna

— ¿me veo bien? —pregunté con interés—. ¿No estoy sudada o algo por el estilo?

El acomodó mechones de mi cabello castaño atrás de mi oreja

— Estas hermosa Gant

Mis mejillas se tornaron rosas

— ¿te arrepientes de lo de anoche?

— no —respondí con normalidad —. Me gustó... me gustó mucho

El suspiro aliviado

— tenia miedo de haberte lastimado

— estoy bien King —acaricie su mejilla—. Te contuviste bastante

— al principio si... Ya en el tercer polvo te di como me gusta

— eso explica porque me duelen las piernas

— ya pasará, por ahora ... —sacó de su bolsillo una pastilla pequeña de color rosa—. Ayer no me cuide... lo siento

— ¿el Dios del sexo Harlequin Fairy se olvido ponerse condon?

— no soy perfecto... nunca antes lo había hecho sin condon

Me tomé la pastilla y le sonreí

— siempre hay una primera vez

— así que ahora eres.. ¿bise.

— no... Soy homo ¿ok?

— ayer no decías eso, cuando te lo metía una y otra vez

— eres un tonto

— pero te folle

Me lancé encima de el, haciéndole cosquillas por molestoso, King río, pero cambiamos el rumbo del inocente juego cuando su mano se puso sobre mi trasero, y recordé que estaba desnuda

— Eres mía pequeña Gant

— mientras me des lo que quiero estoy de acuerdo

— ¿y que es lo que quieres?

King bajó sus calentadores, dejando a la vista su miembro erecto, lindo día para no usar ropa interior

— a ti

— ¿a mi o a mi pene?

— a ambos
















— ¡que no Lisa, el pene de mi novio le gana al tuyo!

Rodé los ojos, acaban de cumplirse ya treinta minutos desde que esa discusión inició y sigo pensando que si yo tuviera pene seria más grande que el de sus novios

King llegó con las bebidas, todas agradecieron con una sonrisa inocente mientras que yo las quemaba con la mirada, odiaba el simple hecho de que estando el presente le tiraran cumplidos y cuando no estaba, dijesen mierdas de él

Me levanté un poco de mi asiento, dando mi mayor esfuerzo por intentar alcanzar mi bebida que estaba del otro lado de la mesa

Sonreí cuando la tuve, gemi al sentir como la firme mano de king acariciaba mi trasero, y bajaba mi vestido que por el esfuerzo termino levantándose, dejando a la vista mis bragas

— Deberías tener más cuidado — dijo de manera dulce. —

Agradeci y volví a mi asiento con normalidad

La conservación siguió su curso y como ya es costumbre me dormí en los brazos de King

— Buenas noches peque

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