Nuevos placeres

Egoísta

Diane

Son pocas las veces en las que he creído en el amor, es decir, la mayoría de adolescentes, jóvenes adultos se enamoran con frecuencia, pero yo, yo solo lo hice una vez

Y ame con tanta locura que eso me acabó consumiendo, llevándome a terapia

Su nombre era Nicol, una bonita mujer de dieciocho años, delgada, reluciente sonrisa y ojos grandes

— Es ridículo—me quejé en voz alta, interrumpiendo la lectura de mi mejor amigo—. ¿Cómo amar te lleva a terapia?

— porque una cosa es amar.... Y otra es obsesionarse

— Pareces muy interesado

El sonrió mientras negaba varias veces con su cabeza

— Helbram dice que este libro me ayudará a orientarme

— como te defines

— ese es el punto

Me puse de pie y comencé a acercarme, King estaba atento a mis movimientos, en especial cuando llevé mis manos a los botones de mi bata y la deje caer al suelo

Las mejillas de el se acaloraron y en su entrepierna se formó un bulto

— Para mi eres un tipo dulce

El castaño mordió uno de mis pechos, sacándome un gemido

— jodidamente sexi

— ¿que más?

— me gusta el sexo contigo

— ¿porque?

— lo tienes grande

Movía con impaciencia mis piernas, y mordía mi uña en señal de nerviosismo

El doctor que antes me estaba atendiendo volvió a aparecer, sonrió, y aquello me hizo sentir segura

— Tenemos los resultados

Me dio la espalda mientras buscaba algo, yo me fije en su cuerpo, era musculoso, su barba y acento francés me fascinaron desde la primera vez que lo vi

No pude evitar relamerme los labios cuando su pantalón marcó su miembro viril, se veía normal

— ¿cuántos años me dijiste que tenias?

— veintiséis señor

— Y recién a esta edad tu quieres...

— si

— sorprendente la verdad, por lo general lo piden jovencitas más menores

— Digamos que mi vida antes era un caos

— Bueno Diane, ya te agende, puedes acudir a mi la próxima semana, mi secretaria te dará el papel con la información

— muchas gracias

Cuando llegue a casa King ya estaba esperándome, desde la puerta podía oler el rico aroma de pizza en el horno, una que solo le queda bien al castaño

— ya llegue

El primero en recibirme fue Oslo que ladró con fuerza y dio saltitos de alegría, luego fue King con una sonrisa mientras terminaba de lavar tomates

— pensé que volverías más tarde

— hoy no hubo tanta gente en el hospital... Me atendieron rápido

Beso mi frente y sonreí

— ¿cómo te fue?

— bien... Me pondrán el anticonceptivo la próxima semana

— ¿segura de que quieres seguir con eso?

— muy segura... No quiero sorpresas king ... Menos de las que usan pañales y toman leche

— estoy de acuerdo, además tus dos pechos son míos... No pienso compartir

— Muy egoísta Fairy

— así soy... Así me quieres