Seis

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Kim Dokja, sonrió con amabilidad a los invitados de su fiesta de compromiso con el sobrino del emperador Yoo.

—¡Felicidades por su compromiso!—felicitó una duquesa, al joven omega. A lo que Dokja devolvió una sonrisa radiante.

Sus padres lo obligaron a comprometerse con el sobrino del emperador y príncipe heredero.

El emperador Yoo al ser un alfa dominante, pero no tener herederos por una alergia a las feromonas. Decidió tomar como heredero al hijo de su hermana Yoo Sangah.

Aunque al comienzo, esta decisión fue criticada por los nobles. El Reino apoyó está decisión por el cariño que le tenían al emperador actual.

El duque Kim, vio una oportunidad en comprometer a su único hijo omega dominante con el príncipe heredero. Presumiendo los genes dominantes y como la realeza está obsesionada con eso. De por sí, es raro tener los génesis dominantes.

La familia Yoo apoyó el compromiso. Por lo que volvemos al presente, celebrando la fiesta de compromiso.

Aunque Kim Dokja no ama a su prometido un alfa recesivo, pero ¿Quién no sueña con subir al poder?
Ser la pareja del príncipe heredero, hará ya no tenga que continuar obedeciendo a su estúpido padre.
Por lo que vio este compromiso como una buena oportunidad de librarse. Mientras ambos se respeten les hes suficiente.

Su prometido estaba en medio de unos nobles de su generación sonriendo calidamente.

La fiesta de compromiso terminó temprano, debido a que ocuparon un salón del palacio para llevar a cabo el evento. Se dio permiso hasta cierta hora por órdenes del emperador.

Kim Dokja fue unos de los últimos en retirarse, cuando estaba por abandonar el banquete se encuentra con su suegra.

—¿Sabes donde esta mi hijo? Su tía ha venido a saludarlo, pero no lo encuentro por ningún lado—Fue un claro mensaje pidiendo ayuda en buscarlo.

Kim Dokja se ofreció a transmitirle su mensaje si lo encontraba.

Por lo que regreso al salón a buscarlo por todos los rincones posibles.
Hasta que escuchó murmullos en el balcón del segundo piso.

—No te preocupes, cuando ascienda al trono, te convertiré en mi emperatriz—se escuchó una declaración romántica, si tan solo no fuera la voz de su prometido recitandolo a una omega.

A pesar de no sentir afecto por el compromiso, Dokja se siente molesto. Se sientió humillado. Hace unos minutos se estaba celebrando su compromiso.

Pero el prometido le esta haciendo promesas a otra persona a pesar de estar comprometidos.

—¿Pero y tú prometido?— Murmuró la joven en llanto.

—Mi familia me obliga por los genes dominantes, y ser el hijo del duque...Tú sabes cómo funciona el poder...

Kim Dokja sentía la necesidad de sujetar la cortina y ahorcarlo en el instante, salió corriendo del salón en otra dirección, donde no hubiera gente.

Tal vez porque se molestó demasiado comenzó a filtrar feromonas espesas a vainilla. Como si buscará pelear.

Llegó hasta cierto punto en el que se perdió, y al estar oscuro no reconocía los lugares con claridad. La iluminación de las linternas era leve, apenas visible.

Llegó a un palacio vacío, un soldado escoltado la entrada, lo miró antes de permitirle el ingreso sin preguntar.
Kim Dokja creyó que su padre debería estar adentro, por el permiso del guardia. Entro con confianza, e irritado. Regulando sus feromonas para no incomodar a las personas.

One Shot'sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora