❝CAPÍTULO 04: PRIMER VIAJE❞

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¿Hice algo muy bueno para merecer el amor de Boruto?

Mientras más me ponía a pensar, más me daba cuenta de las cosas. Mi novio sin duda es alguien que muchas chicas quisieran en todo sentido, tome la siguiente carta a lo cual solté una risita al leer de qué trataba.

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"¿Olvidar nuestro primer viaje?, jamás, siempre será de mis mejores recuerdos juntos. Ese viaje nos pasó demasiadas cosas, pero lo principal es que ese viaje me hizo darme cuenta que de verdad no quería a nadie en mi vida, y tampoco quería que tuvieras a alguien en tu vida..."

Dejé las maletas en el suelo, estaba harto de tomar vuelos y además no confesaría en lo absoluto que estaba celoso. Escuché tu voz despidiéndote de aquel joven que te atendió en el vestíbulo del hotel. Camine hasta la cama y me tumbé sin mirarla, solo veía aquella gran ventana admirando el paisaje.

—Muchas gracias —respondió—, nos vemos luego.

—Nos vemos luego, Uchiha —sonrió amablemente.

Cerró la puerta de la habitación, soltó un suspiro mientras caminaba hasta la cama.

—"Nos vemos luego, Uchiha" —repetí de forma infantil.

Soltó una risita mientras se sentaba en la cama.

—Es un amigo de la preparatoria, estudió para algo relacionado al turismo, vaya que le fue bien.

—Que interesada estás en su vida, Sara —reproche.

Celos, muy seguro que eso era.

—¿Estás celoso? —picó mis costillas—, ¿es eso?

—Fantaseas mucho Sara —me levanté de la cama—, iré a darme una ducha antes de ir a comer, estoy cansado.

—De acuerdo, entonces te esperaré aquí —se acomodó—. Quiero dormir un poco.

Chasquee la lengua bastante molesto, era notorio. Quería olvidar todo esto, pero me fue imposible. No eras muy amigable con los hombres, puesto que siempre marcabas una notoria distancia, que ver ahora esa inexistente distancia, me frustraba demasiado. Decidí tomar una ducha para olvidar todo, pero era imposible, preferí terminar aquel encuentro que tenía con el agua fría.

Al salir de la ducha, escuché nuevamente la puerta de la habitación ser llamada insistentemente, iba a vestirme rápidamente cuando escuché otra vez la voz de ella, enrolle una toalla en mi cadera sin siquiera secarme un poco, no esperé absolutamente nada y abrí la puerta.

—Muchas gracias —respondió Sarada—, seguro que... —me miró confundida—. ¿Boruto?

—¿Ah? —miré al mismo tipo pero junto a una señorita con el uniforme del hotel—, escuché la puerta y como estabas dormida decidí salir.

Me miró un tanto molesta, di un suspiro disculpándose y despidiéndose de los trabajadores de este hotel mientras continuaba sosteniendo un canasto muy bien decorado con algunas cosas dentro, me acerqué a ella para asegurarme que se fueron, pero cuando se giró quedó al frente mío mirándome enojada. Maldición.

—Sara...

—¡Eres un idiota ridiculo! —me dio la canasta bruscamente—. ¿A todo mundo recibes así?, no no, espera. ¡Seguramente saliste porque escuchaste mi voz y la voz de él!

—¡Ya te dije que no te fantasees demasiado, ni loco estaría celoso de un tipo como él y sus coqueteos constantes hacia ti!

—Que suerte que no, imagina que sí lo estuvieras —movía su cabello con sus manos—. Deja de ser tan ridículo y cambiate ya.

—¿Que me cambie?, no sueles decir eso en otra ocasión —dejé el canasto en la mesita de centro de la pequeña sala—. Ves, estás tan embobada que me dices eso.

Sentí como me lanzó una almohada en mi partes, seguido de una pequeña pelota con la que solía jugar para el estrés y también suele lanzarla cuando se estresa conmigo.

—¡Que te cambies! —respondió molesta—, idiota. 

Miré como se tumbó en la cama abrazando una almohada, era el primer viaje que realizamos juntos y no presiento, sé que estoy echando a perder este momento de pareja. ¿Pero cómo le explico que me tiene tan enamorado si tengo miedo?, miedo a que algún día ese amor que ella dice tener por mí acabe. Es mi primer y deseo que sea la única novia que tenga en mi vida, todo he experimentado con ella, me aterra el tener que pensar a futuro que debo buscar a alguien más.

Me senté en la orilla de la cama, me tumbé soltando una risa, maldita sea Sara, me vas a matar sin siquiera pensarlo.

Estiré mi mano acariciando la espalda de ella, la empezaba a conocer bien, le gustaba dormirse mientras yo acariciaba lentamente alguna parte de su cuerpo proporcionando paz y tranquilidad, ya que el señor Uchiha la mal acostumbró.

Desde pequeña al dormir, la abrazaba en forma de amor y protección, acariciando suavemente la parte alta de su espalda para que esta conciliara el sueño tranquilamente. En mi caso, tenía el permiso de tomar cualquier parte de su cuerpo a diestra y siniestra.

—Perdón —confesé.

—Déjame dormir...

La entendía, continúe unos minutos más antes de levantarme de la cama y dirigirme a colocarme ropa, se supone que esto sería un momento feliz, así que continuare el plan de irnos a cenar juntos.

"Ese día entendí que eran los celos, me molestaba que hablaras con mucha confianza a los chicos, pero también aprendí a confiar en ti como lo hacías en mí. Me di cuenta que quiero estar a tu lado todo el tiempo que me sea permitido, que no quiero alejarme por nada del mundo hasta que tú decidas hacerlo." 

¡Casate conmigo! (BoruSara)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora