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Todos en el local empezaron a correr presas del pánico, pero algunos no se salvaron, siendo mordidos por la cobra ya que al ver tanto alboroto se sintió atacada.

TaeHyung había sido mordido y en pocos minutos ya estaba derrumbado en el piso, desmayado. JiMin y JungKook no estaban alarmados por la cobra en lo absoluto, por lo cual no se movieron de sus asientos y sólo veían el espectáculo mientras disfrutaban de su comida. No ayudaron a TaeHyung pues sabían que el veneno no haría nada más que cambiarlo para bien, es por eso que se sentían tan tranquilos.

Al pasar de los minutos el peliazul finalmente despertó, aturdido se tomó la cabeza y miró a todos lados encontrando el local vacío a excepción de los dos hermosos sujetos que tenía frente a él.

— ¿Cómo te sientes, Tae-Hyung? — preguntó expectante a la respuesta.

— Me siento... algo aturdido, pero nomas es eso — contestó tomando su cabeza en sus manos mientras cerraba los ojos.

— Es normal, se te quitará pronto — tranquilizó JiMin.

TaeHyung asintió y después de que el mareo pasara se fue con JiMin y JungKook a dar más vueltas, pues aún la salida no terminaba.

Resultó ser una salida fructífera, al principio no lo era, ya que TaeHyung era muy cerrado de la mente, y muy homofobico para estos dos, pero al suceder la mordida y TaeHyung contraer el veneno salvador todo se volvió miel sobre hojuelas. Se habían vuelto más unidos en 1 día, que todos los años que llevaban de conocerse, ya que expresaron como se sentían y antes no lo hacían muy bien, también se entendieron muy bien, bromearon, cantaron, bailaron, fueron al centro comercial, fueron por helado al parque y después de esta maravillosa reunión todos se fueron a sus propias casas.

Era un día normal en la oficina, todos trabajaron muy duro todo el día en sus lugares asignados para luego llegar al anhelado descanso, el final de las horas de trabajo.

HoSeok era uno de los que no había parado de trabajar en toda la mañana, yendo de allá, para acá, llevando papeles, a veces montañas de ellos, carpetas, luego revisar algunas cosas en la computadora para imprimir el documento y llevarlos con su jefe esperar a que los revise para saber si hay algún error y si había uno, tenía que corregirlo, a veces ayudaba a otros compañeros que no tenían mucha experiencia en ello. En fin, la vida en una oficina a veces era tan ajetreada que podría causarte un desmayo de tanta ocupación.

Antes de salir de la oficina salió se encontró con YoonGi quien lo saludó como de costumbre con una sonrisa, él le saludó de vuelta sin sonreír, pero algo se salió de la costumbre, puesto que YoonGi lo llamó con la mano para que viniera con él, como aún estaba en la oficina aunque su turno ya había terminado, se dirigió hacia su jefe parándose frente a él.

— Hola, Hoba — saludó el pelinegro al estar frente a él.

— Hola, YoonGi-Hyung — respondió viéndolo un poco hacia abajo.

— Tengo que hablar algo contigo, es sobre trabajo, así que, por favor acompáñame — dijo mientras se daba la vuelta para entrar a su oficina, fue acompañado por HoSeok quien estaba pensando miles de cosas. — Cierra la puerta y toma asiento — ordenó mientras el se sentaba en su silla frente a su escritorio.

HoSeok hizo lo ordenado para guardar silencio mientras esperaba a que su jefe hablara primero.

El pálido posicionó sus codos en el escritorio y entrelazó sus manos. — Te llamé para decirte que tengo un ascenso para ti, bueno, si es que lo quieres — habló con despreocupación.

HoSeok casi soltó un suspiro de alivio. — Claro que lo quiero, ¿De qué me encargaría o que tendría que hacer? —.

— Pues el puesto es para mi asistente aquí en la oficina, tendrías que revisar los trabajos de todos cuando están listos, luego hacérmelos llegar, agendar juntas cuando alguien lo solicita, ver que fechas están libres, llevar un registro de fechas y recordármelo, prepararé algunos trabajos y tú tienes que entregárselos a las personas correspondientes — habló mientras veía como la cara de HoSeok seriaba más y más. — ¿Tienes algún problema con este trabajo? —.

— Jefe... tengo una pregunta ¿Por qué me eligió a mí? — preguntó con dificultad.

— Porque has estado aquí desde hace mucho y has ido ascendiendo y ascendiendo demostrando que le pones dedicación a tu trabajo, por ello quiero darte una mejor oportunidad de trabajo, si hay más tareas, pero también tiene un muy buen pago —.

— Gracias, en verdad me gusta mi trabajo, pero ¿ese trabajo no se les da a las mujeres? — preguntó volteando hacia otro lado sin mover la cabeza.

— No, también hay hombres asistentes, no es como en las películas que hemos visto, Hoba, sólo es una oportunidad de mejorar — miró a HoSeok con la esperanza de que esa expresión cambiara, pero al no recibir un cambio suspiró. — Aunque si no lo quieres, también está bien — habló casi con decepción.

HoSeok estaba conflictuado. Por un lado, ese trabajo sonaba muy bien y era algo que podía manejar a la perfección, pero por otro lado ese puesto era muy para mujeres y casi siempre las asistentes terminaban saliendo con los jefes. El no quería ser una de esas asistentes, pero había una diferencia y es que él no era mujer, era un hombre normal con gusto hacía las mujeres. Pensó eso varias veces y después de autoconvencerse levantó la mirada.

— Aceptó el puesto —.

YoonGi sonrió en grande.

La Picadura de la Cobra GayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora