Llegó el día.
Despierto sobre el torso de mi futuro esposo, ya es una realidad.
El momento que todas las chicas deseamos desde la infancia se iba a cumplir en tan solo un mes.- "Estoy prometida con el hombre de mis sueños". No paro de repetirme a mi misma.
Salgo perezosamente de la acolchada cama y después de refugiarme en mi albornoz, me dirigo a la cocina a comer el delicioso desayuno que Marty, nuestra criada, ha preparado con todo su esmero.
Hay ciertas cosas de mi nueva vida a la que nunca me acostumbrare.- ¡Buen día! ¿Qué tal durmió la señora?. Dice con la misma alegría de siempre.
- Porfavor llámame Samara, he dormido genial, muchas gracias por todo.
Desde que empezamos a salir, Nico me introdujo a su vida de lujo, complaciendo todo tipo de necesidades y caprichos que antes no me podía permitir.
Autoconvenciéndome me digo que es la vida que quiero y que merezco después de tantas adversidades, pero en un rinconcito de mi corazón no lo siento así.
Después de todo es a lo que debo llegar, no a cualquiera se le presenta una persona y una oportunidad así de especial, sería una tontería desaprovecharla.
Nico se levanta tan amoroso como siempre, la chispa entre los dos es evidente y me lo demuestra día a día. Es el hombre de lo sueños de toda mujer, de tez oscura, ojos verdes y pelo moreno. El sol mañanero hace que sus grusas facciones resplandezcan y se vean aún mas perfectas.
- ¿Preparada para empezar a planear el mejor día de tu vida? .Dice con la voz aún áspera de haberse recién despertado.
Asiento con una sonrisa y empiezo a vestirme. He tenido que renunciar a mi estilo para encajar en su mundo empresarial y moderno, supongo que es de las pocas desventajas de salir con el director ejecutivo de marketing al mando de una de las empresas más importantes del país.
Me pongo un vestido rojo formal junto a un cinturón de marca tan opulenta que nadie reconoce. Ni siquiera yo.
Salimos con el tiempo justo para llegar y recolocar algunas etiquetas de las mesas, ya que la agencia se empeñó en distribuir a los invitados de la reunión en diferentes sectores dependiendo del grado social. Una gilipollez.
En principio iba a ser una reunión privada, con nuestras familias y amigos cercanos para elegir en conjunto ciertos aspectos banales sobre la boda; tales como estampados, gamas de colores...
Finalmente gracias a la imposición de mi suegro, somos más de trescientas personas.Empezamos a recibir invitados, los primeros fueron mis padres y mi hermana Julia, se les ve tan alegres... Me hace tan feliz verlos tan orgullosos de mí y de lo que voy a conseguir.
Después de tantos abrazos y jolgorios, llega la familia de Nico; tan seria pero convincente como suelen ser; mi suegro se acerca a las mesas para dar el visto bueno a cada mota de polvo que se encuentre en la superficie de cualquier inmueble.
Seguimos pasando invitados durante un buen rato, tanto que mis sonrisas acaban por ser fingidas y mis pies doloridos. Nico me acaricia la cintura y me empuja suavemente indicando que me vaya, me conoce demasiado bien.
Nos miramos apaciblemente y nos sonreimos antes de irme a hablar con Julia, que como es de esperar, ya está en la barra pidiendose algún cóctel.- Tía tía Tía que pasada... QUE CÓCTELES MÁS RAROS SIRVEN AQUÍ.
Habla en un tono tan alto que toda la sala se queda mirando.- Shhhhh Julia porfavor, te han oído todos.
-¿Y qué importa tía? Relájateeee, si todo esto es tuyo nadie puede decir nada.
- No es mío, es de Nico. Digo con una expresión risueña mientras empiezo a ordenar mi pelo agitadamente.
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Relatos de una chica que no cree en ella pero sí en el amor
RomanceRelatos de todo tipo que voy escribiendo en mi tiempo libre :) La mayoría son ganadores de concursos a nivel local/nacional Espero os gusten <3