Cap 2:Secuestro de Stark

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Irak, 2010:

Un convoy se dirigía al aeropuerto más cercano, protegiendo a una única persona que se encontraba dentro de uno de los vehículos militares fuertemente armados.

La persona en cuestión tenía 25 años, cabello castaño y ojos café. Vestía un saco oscuro, una camisa abotonada de color azul claro y una falda oscura. A su lado derecho había un par de tacones, y el botón superior de su camisa estaba desabotonado.

El ambiente tenso la ponía nerviosa. Se quitó las gafas de sol y observó al soldado a su izquierda, quien sostenía un vaso de whisky con hielo en su mano.

El soldado, al sentir su mirada, se apartó rápidamente.

—Siento que me están llevando a una corte marcial, es una locura. ¿Qué les hice? —preguntó, mirando a los cuatro soldados dentro del vehículo—. ¿Van a matarme? ¿No tienen lengua? —su tono se tornó irritado.

—¡Hey, Forrest! —llamó al soldado a su izquierda.

—Sí tengo lengua, señorita —respondió rápidamente el soldado.

—¡Oh, no les agradó! —comentó despreocupada; no serían los primeros ni los últimos.

—Usted los intimida —dijo alguien desde el frente con voz femenina. Resultó ser la conductora del vehículo.

—¡Dios mío, eres mujer! —exclamó sorprendida—. No me había dado cuenta. Me disculparía, pero ese no es el caso; desde aquí pareces un hombre.

—Soy piloto —informó la mujer sin molestarse por la confusión.

—Puedo decir que fuera de todos esos chalecos tienes buena figura. Sin duda estaría detrás de ti si fueras hombre —dijo sin pena alguna, provocando risas entre los demás—. Ya relájense, ríanse.

—Señorita, tengo una pregunta —dijo el copiloto mientras se posicionaba para ver a su protegida.

—Adelante —respondió con calma.

—¿Alguna vez piensas en tener familia? —preguntó sin vacilar.

—¿Qué?, ¿me vas a proponer matrimonio? *Se ríe*, no, no creo —respondió mientras tomaba un sorbo de su bebida. Su vida era vivir como si fuera el último día; nunca se había planteado tener una familia.

El soldado a su izquierda levantó la mano.

—¿En serio levantas la mano? —preguntó con humor.

El soldado bajó rápidamente la mano, sonrojándose por la vergüenza.

—Pregúntame —dijo con calma.

—¿Podría tomarme una foto contigo?

—Adelante —exclamó alzando su vaso, provocando que un poco de su bebida se derramara—. Ups.

El soldado se acercó a ella con una sonrisa tonta y, con su mano derecha, hizo el símbolo de la paz.

—Pero no la subas a tu página web y nada de señas —advirtió. El soldado rápidamente bajó la mano—. Era broma, haz el símbolo de la paz; me encanta la paz. Si hubiera paz, no tendría trabajo.

—Apúrate, aprieta el botón —dijo el soldado a su compañero que tenía la cámara en la mano.

Cuando estaba a punto de tomar la foto, un auto del frente explotó repentinamente, haciendo que el fotógrafo soltara la cámara.

—¿Qué sucede? —preguntó la mujer alterada y asustada—. ¡¿QUÉ PASA?!

—¡Jimmy, quédate con Stark! —ordenó el copiloto. La piloto bajó del vehículo, pero fue abatida en cuanto lo hizo. El copiloto salió furioso disparando a ciegas.

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