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Por suerte, el oso le ofreció guiarlo hasta su casa, en el camino hablaron y resolvieron las dudas que Luzu pudiera tener, no sabía a que se refería con "haber esperado su regreso", él no se había ido a ninguna parte, estaba confundido principalmente por que no sabía dónde había despertado ni que día era, fue como si todo lo que había hecho antes de lo que sucedió, no hubiese pasado. Sentía sus vagos recuerdos como sueños, o algo así de ser posible describirlos de esa forma, algo extraño si se tiene en cuenta que hace pocos minutos podía recordarlos perfectamente.

-uhm, Cucurucho-llamo su atención mientras detenía el paso-¿de casualidad sabes que pasó? ¿O porque actuas como si me hubiera ido a alguna parte?-

-no. -respondió con su voz robotica, no sabía que era lo que ese "no" quería decir.

-"no" qué, hombre, si estoy intendando resolver una duda entonces se más especifico ¿qué significa ese "no"?- se cruzó de brazos mientras esperaba un respuesta.

El oso solo siguió caminando, dejando atrás al castaño, quien siguió reclamando una respuesta mientras iba detrás de él, obteniendo otra vez un simple "no", suponía que no sabía nada ¿porque debería de todos modos?
El resto del camino se mantuvo en silencio luego de sus preguntas sin respuestas.

Cucurucho se encargaba de mantener a todos en la isla cómodos, el primer día que pasaron ahí, fue Luzu quien lo encontró y quien por primera vez, lo llamó Cucurucho, también fue el primero en ser encuestado por el oso, con preguntas normales y sencillas qué no creía tuvieran mayor Importancia, era extraño pero gracioso de cierta manera, la poca interacción qué tuvo con el oso fue ¿agradable? Teniendo en cuenta que básicamente, Cucurucho no hablaba, aunque seguía creyendo por ciertos comentarios que, posiblemente no era real, lo llamaron loco cuando dijo que lo vio y se burlaron de él, seguía pensando que el resto no había hablado con él o que no lo podían encontrar.

El camino aunque silencioso, no fue incomodo y después de varios minutos llegaron a la casa de ladrillos negros y decoraciones en amatista, el dueño estaba aliviado al llegar finalmente a su hogar, mas su sorpresa fue grande cuando encontró absolutamente todo destrozado.

Su casa estaba casi intacta, era el terreno el que más daño sufrió, cráteres resultado de explosiones, gran parte de su playa qué tanto cuidaba estaba sucia, solo había una explicación lógica, se habían vengado,
Pensó que quizás se la dejarían pasar, pero claro que estaba acostumbrado a recibir las consecuencias de sus actos, aun así estaba decepcionado y un tanto molesto.

La extraña maquina afuera de su casa estaba completamente rota, no estaba la computadora y todos los vidrios estaban desparramados en pequeños pedazos al rededor del lugar, no había logrado decifrar qué era esa cosa, ni como había llegado ahí, le echo la culpa a su recientemente auto- diagnosticada amnesia, al final era lo último por lo que se debía preocupar.
entró a su hogar esperando que los cofres estuvieran vacíos y sus mascotas desaparecidas, por suerte, a simple vista estaba todo en orden, eso si era una sorpresa, no hubiera imaginado qué una venganza fuera tan leve, incluso dejo la puerta abierta por lo que los demás podrían haber hecho algo más, se decepcionó aun más, de una buena forma, estaba agradecido con sus compañeros por no dejarlo en la miseria como él lo hubiera hecho si alguien fuera a molestarlo diariamente con minas, pero por la misma razón, esperaba más de ellos.

Aprovecharon su ausencia, estonces si se había ido por un tiempo, y a decir por todo el daño, por un largo tiempo.

Salió de su construcción y le echo un vistazo a los panales de abejas qué hace poco había añadido, ellas seguían su labor diaria de salir y recolectar polen para crear miel. Debía admitir que escuchar el zumbido y verlas tan pacíficas en las flores, era relajante, lo ayudaba a pensar con más claridad.

Era extraño el hecho de que no recordaba nada con claridad, eran recuerdos vagos y borrosos qué lo mareaban cada que se detenía a citarlos. Consideraba los daños a su propiedad como simple venganza, cosa que él también hubiera hecho, a decir por los cráteres y la destrucción de la extraña maquina, se había ido por suficiente tiempo como para que él no se enterara de absolutamente nada.

Preocupado por su falta de memória, hizo El esfuerzo de recordar una ultima vez.
las caras de sus acompañantes ese día eran borrosas, sus características inciertas, y sus palabras estaban distorsionadas, cada que intentaba darle sentido a la situación, menos podía entenderlo, era como si aquellas memorias fueran ajenas o como si fueran parte de un mal sueño que su mente intentaba bloquear.
Aun se sentía mal por la noticia que le dieron, qué era lo que más podía recordar al intentar descubrir quienes fueron sus acompañantes, lo que entorpecia más su esfuerzo. No sabía a quien acudir, a quien preguntarle o con quien podía contar en este caso, ni siquiera el que se supone, debía saber que pasaba en la isla le pudo contestar.

No había mucha gente en la isla a esa hora, era obvio, si tal vez pudiera esperar un poco más, podría hablar con alguien acerca del tiempo que paso mientras él no estaba, quizás le podrían dar una idea de que fue lo que pasó.

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