Me ahogo en un mar de lágrimas, mis propias lágrimas, mientras le enseño al mundo mi mejor sonrisa, donde voy a fiestas y me desvelo bailando hasta el amanecer, en las reuniones familiares siempre bromeo y todos disfrutamos aquella feliz velada, cuando me encuentro sola al fin me saco aquella tan pesada mascara que llevo diariamente y suspiro intentando intentando reemplazar el agua por oxígeno, la ducha es testigo del mar que de mis ojos brota, donde el corazón se libera pero aún dolido continua volviéndose aún más macizo pero a la vez aún fingiendo que todo esta bien al día siguiente. Por momentos siento que esto será eterno, si ya abarca la monotonía ¿Por qué no continuaría? ¿Por qué no puedo parar este círculo vicioso? Que continúa y continúa girando sin parar al menos un segundo para respirar. Espero algún día tener la valentía de parar, de ser feliz, de reemplazar un mar de lágrimas por uno de risas genuinas y de dejar a un lado aquel mar tan dañino y las máscaras de sonrisas fingidas.
-𝙰𝚍𝚒𝚌𝚝𝚊 𝚊𝚕 𝚌𝚊𝚏é.
