La muerte nos visita a veces y se lleva una parte de nosotros que ya dejamos al abandono por alguna razón que no logramos recordar.
La muerte nos visita a veces para venirnos a alertar, viene y va, pero nunca se queda para averiguar que realmente sucederá.
La muerte nos visita a veces para vigilar que todo esté bien, no sé por qué, pero me acostumbre a su cálida compañía que de una misteriosa manera me alegra la vida.
La muerte nos visita a veces para recordarnos que el reloj sigue corriendo algunos días más rápidos que otros, pero con la misma importancia, en ocasiones la muerte intenta retrasar el reloj, pero hasta a ella le resulta imposible vencer la ímpetu del tiempo, nos sonríe y abraza para consolarnos de cierta manera.
La muerte nos visita a veces para recordar lo efímera que es la vida, lo grato y valioso que es vivirla aunque en ocasiones nos desmoronemos y creamos lo contrario, la muerte es tu amiga y tu fiel memoriosa que a pesar de ser mal vista siempre intenta cuidar lo más valioso que tiene el ser humano (la vida) y lo importante que es cuidarlo.
-𝙰𝚍𝚒𝚌𝚝𝚊 𝚊𝚕 𝚌𝚊𝚏é.