—¡vamos Wally! A este paso nunca llegaremos —Wally puso los ojos en blanco mientras bajaba las escaleras —no seas exagerado.
Wally volteó a ver y dio un pequeño salto para aterrizar en el suelo del subterráneo haciendo tintinear las runas que iluminaban el pasillo, que llegaba a una sola dirección que era una puerta de madera con runas de refuerzo para evitar ataques, acomodaron las capas para cubrir bien sus identidades y se aseguraron de que no hubiera nada fuera de lugar que los delatara. Al otro lado encontraron el bullicio del os mercaderes, gritando ofertas tentadoras para probar manjares exquisitos y refinados a la vez, otros mostraban pedrería preciosa a parejas enamoradas y prendas que decoraran su cuerpo.
Caminaron seguros sin sorprenderse de lo que les rodeaba, un comercio legal para todo aquel vampiro que deseaba disfrutar un poco más haya de los profundos sueños que les otorgaban todos los días. Giraron coordinados por una esquina, donde los restoranes y bares eran iluminados por velas y runas fijas para ser más visibles los pasillos que eran cálidos y tentadores por el calor de los hornos de las cocinas.
Volvieron a doblar llegando a al pasillo que buscaban, los licores bailaban al compas de la música, con toques alegres por el estado que uno quedaba, con claros rastros de pasiones muertas entre sus clientes y como no la lujuria que solo podían traer las Meretrices.
Habían mujeres coqueteando descaradamente que buscaban hacer bien sus trabajos para poder dormir bien con unas cuantas monedas de oro. Howdy's Paradise tenía las puertas abiertas dando la bienvenida a todo aquel que deseaba disfrutar de las caricias de las meretrices más codiciadas del mercado. su querido y preciado rincón.
Los gemelos gustosos y sonrientes quitaron las capuchas de sus capas haciendo lucir sus tan parecidos rostros siendo la diferencias sus cabellos, sus sonrisas estaban marcadas y como si de una preciada joya se tratara fueron rodeados por las meretrices deseosas de complacer a los hermanos Darling.
—¡Jóvenes amos se estaban demorando! ¿acaso ya no nos quieren? ¿ya se divierten con nosotras? —las mujeres se amontonaban desesperadas por ver los rostros angelicales de los gemelos mientras que ellos simplemente acariciaban y abrazaban a las mujeres más cercanas disfrutando de la atención. De repente un fuerte golpe hizo que las mujeres se detuvieran por el susto para ver al dueño del Burdel mirarlas con rudeza —señoritas, vuelvan a sus puestos.
Las mujeres temerosas de su señor inclinaron sus cabezas en modo de respeto y obediencia para luego dirigirse a sus puestos. Howdy Pillar era conocido por ser el proxeneta más estricto del rincón de la prostitución, no solo con las mujeres en su cuidado, sino también con aquellos que decidan sobrepasarse y atormentar su preciado Burdel.
—ustedes dos siempre hacen un revuelo en el gallinero —Walter carcajeo de forma vanidosa mientras se acercaba al mostrador junto a Wally ninguno de los dos mostraban miedo al hombre que les doblada su estatura —lo sentimos Howdy, sabes que es imposible para los hermanos Darling no impactar en las bellas damas.
Howdy suspiró con clara irritación, tener a esos gemelos en su burdel siempre significaba tener amarradas a las meretrices para que se enfocaran en el trabajo y no en los placeres propios. Como cada mañana que iban les mostró el camino que ya sabían de memoria, entre candelabros pegados a la pared su luz iluminaba las paredes rojas aterciopeladas para darle una cálida bienvenida a los gemelos a la sala que usaban exclusivamente para sus caprichos y placeres la cual tenía una gran cama de suaves sabanas, con almohadas que se podían aferrar a estas como si sus vidas dependieran de ello y una mesa de un diseño de varios detalles con aperitivos y un perfecto vino del cual degustar para ver a sus queridas amantes deleitarlos con su entretención.
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Sangre de Oro
FanfictionTus hermosos rizos son mis sogas, tus labios mi veneno, tu voz mi hechizo y tus ojos mi perdición. Por favor amada mía, antes de que se acabe la noche, amémonos después de la muerte.