Julie no paraba de estar arrinconada en una de las esquinas de la casa, lloraba y gritaba mientras su mejilla completamente destrozaba manchaba su vestido y sus manos con una oscura y espesa sangre, ese hombre que tanto cuido y mimo mientras dormía le había estrellado el arma contra su cara. Fue un suceso rápido donde intentó alejarse del trayecto del arma, pero que simplemente ya había estrellado en su pómulo destruyéndolo.
-¡por favor! ¡por favor perdóname! -El joven intentaba consolarla desde la distancia intentando que no se apegara más a la esquina contra las tablas de madera. Esa mirada que recibió al despertar era la más frívola y cruda que alguna vez haya visto, ni si quiera los cazadores oh su padre guardaban esa mirada en sus profundas almas -en serio no era mi intención lastimarte.
Wally intentó nuevamente acercarse a Julie, con cuidado y arrodillado para estar a su altura, pero nuevamente ella se abrazó a si misma entre los troncos y ramas de madera, quedando estas ultimas algunas enredadas en su cabello cuando empezó a negar con la cabeza de forma brusca.
-¡¡mentiroso!! ¡mentiroso!! -sus palabras fueron algo que le hizo sudar frío y la culpabilidad incrementara en su pecho que tomó como determinación para estar a unos centímetros de ella -digo la verdad señorita...
Julie no le quería dar la cara, estaba encorvada buscando la protección en sus propios brazos e intentar quitar los traumas de haber recibido un golpe directo que en cuestión de segundos, pero para ella fueron largos y eternos acompañado del horrible ardor y luego adormecimiento de la mitad de su cara. Wally se sentía fatal por haberla lastimado, no esperaba que sus miedos se pudieran dar el lujo de implantarse en su interior qué se cegó por el odio de haber pensado en que todo era una trampa para matarlo.
-señorita por favor...
Tomó su rostro con ambas manos, con el sumo cuidado de no pasar la herida que había hecho. Se sentía fatal por haber arruinado su suave rostro que solo pudo hacerle cariño con los pulgares como compensación. Sus lagrimas aun no paraban de salir haciendo que quiera consolarla por el resto de su vida.
Giró rápido la cabeza para buscar la botella que juraba que había visto, una gran botella de vino, la tomo y olfateo que se trataba de sangre humana, era algo que sin duda podía ayudarla a curar sus heridas. Se lo acercó con cuidado para que pudiera beberlo, pero ella se negaba.
-tienes que beber, te ayudará a cerrar más rápido la herida -Wally se acercó más a ella -no, no, si lo hago no tendremos que comer... -él negó rotundamente e intentó no preguntar en el momento del motivo de sus palabras -te prometo que buscaremos otra forma, pero por favor bebe.
Julie se quedó mirando sus ojos negros, eran demasiado oscuros que sentía que podía entrar más y mas en estos, sintiéndose casi abrumada por la confianza que le entregaba esa mirada junto a su voz calmada y aterciopelada, como si con su simple voz lograra calmar todo su sistema como de un abrazo maternal se tratara. Extendió sus manos temblorosas a la botella y pudo sentir la calidez de su mano refugiar las suyas y guiarlas a la botella como una clara invitación que era imposible de ignorar.
-Le pido que abra su boca señorita, no tema.
Julie quien se encontraba arrodillada dejó caer su cabeza hacía atrás abriendo sus labios mientras que él se incorporaba un poco para verla desde arriba y hacer que la sangre cayera directo a su garganta de forma pausada mientras que su mano libre sostenía con cuidado su cabeza. La sangre resbalaba por su garganta con cariño, con la caricia de un pétalo para llegar a su estomago haciendo que su mejilla empezara a reconstruirse, todo esto ante esa penetrante mirada que iba directo a sus labios y a sus ojos como si estuviera analizando como se iba recuperando la tez de su piel.
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Sangre de Oro
FanfictionTus hermosos rizos son mis sogas, tus labios mi veneno, tu voz mi hechizo y tus ojos mi perdición. Por favor amada mía, antes de que se acabe la noche, amémonos después de la muerte.