Capítulo 7: Frustración

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Una vez acabado el castigo de Yibo, Xiao Zhan regresó a la fiesta a tiempo para despedir a sus invitados. Cuando alguien le preguntó sobre la condición de su esposo, simplemente respondía con un: "Está mejor, gracias por su preocupación." Ji-eun y Nushi se acercaron a Xiao Zhan y este les lanzó las llaves del aunto que le dieron a Yibo.

—Le agradecemos su regalo, pero no es necesario. Ya tenemos una colección personal y no queremos que se mezcle con lo nuestro— dijo sonriendo con inocencia—. Espero que hayan disfrutado de la fiesta. Ahora, debo volver con mi esposo.

Luego hizo que los guardias les guiaran a la salida.

Al día siguiente, llevó a Yibo hacia afuera y le dio las llaves de un auto.

—Si quieres algo, solo deberías pedírmelo. Por algo soy tu marido —dijo señalando el enorme Maserati Ghibli blanco. Los ojos de Yibo brillaron al verlo y corrió hacia él, tocando el cálido mental hasta quedar satisfecho.

—¡Gracias, querido esposo! —gritó mientras comprobaba el interior del auto.

Zhan asintió admirando la escena desde lejos con una sonrisa. Si siempre fuese así de lindo y obediente no le importaría cumplir con sus súplicas en la noche.

Esto había sucedido hace una semana. Ahora, Zhan observaba con la cabeza apoyada en una mano las lágrimas de Yibo recorrer por sus tiernas mejillas. Su pequeña y sonrosada boca entreabierta emitían gemidos entrecortados, una parte de su cabello se pegó a su frente debido al sudor y sus ojos brillaban con un apetito insaciable. Zhan reconoció que era una apariencia muy seductora.

—Prosigue —ordenó y golpeó con una fusta con varias puntas de cuero que medía 18 centímetros las carnosas nalgas de Yibo. Cuando el material hizo contacto con la piel, el sonido recorrió toda la habitación seguido del llanto de Yibo.

Sus manos fueron esposadas y ahora era obligado a recitar todas las provocaciones que hizo a Zhan en la última semana.

–¡Lamento haber entrado al baño sin tu permiso... cuando estabas en la ducha!

—gritó y apretó sus manos con fuerza, el dolor era demasiado delicioso. Amaba la sensación del cuero en su piel.

— ¿Qué más?

Otro golpe, esta vez más fuerte que antes

—¡Ah! Perdón... por tomar tu ropa interior...— levantó el culo magullado temblando en el proceso.

—¿Solo por tomarla?

Zhan miraba el estado de Yibo, una erección creció en sus pantalones. La mirada del menor la observó y se acercó gateando.

—Perdón por ponérmela y mastubarme con ella.

Una vez con su rostro frente a la polla encerrada de Xiao, la besó por encima de la tela.

"Pero lo volvería a hacer."

Pensó, recordando cuando Zhan regresó del trabajo y se lo encontró en medio del orgasmo. Su bóxer había quedado manchado por el semen de Yibo y el rostro de Zhan provocó una sensación de éxito en él.

— Aún te falta una.

Zhan tiró del cabello de Yibo hacia atrás. Sus ojos eran profundos y se podía notar su enfado. Levantó la fusta y esta vez el golpe fue más fuerte que los anteriores. Todo el disgusto de Zhan se concentró en ese último golpe. La espalda de Yibo se arqueó y su pene se sacudío a punto de correrse, pero el anillo alrededor del glande se lo impidió.

— Yo...no quería...

Zhan cerró los ojos e intentó calmarse un poco.

—Me equivoqué —dijo cuándo sus lágrimas cayeron sin control—. ¡Lo lamento, no lo volveré a hacer!

  ¡Esposo, Tu Esposa Necesita Un Castigo!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora