Capítulo 10: Te prefiero a ti

538 70 12
                                    

"Malditas sean mi perfectas ideas"

Yibo quería retroceder el tiempo hasta hace unos minutos.

"¿Por qué no pudiste solo pedir que te la chupara a ti también, estúpido idiota?"

Observó a Zhan por el espejo retrovisor, el mayor miraba fijamente a la carretera, su rostro seguía serio y distante con una mueca de desagrado en su boca.

-Exagerado... -susurró fuera de la ventanilla.

- ¿Dijiste algo?

Zhan levantó una ceja. "¡Repítelo otra vez, mocoso!"

-Pregunté que donde está Gong jun... y ZheHan

-Cierto, me olvidé de ellos. Envíales un mensaje, que vuelvan a casa. -De su bolsillo Zhan sacó su celular y lo lanzó a los muslos de Yibo.

-No te olvides de agradecerles y disculparte por tu comportamiento.

-¿Qué comportamiento? Les di un descanso, ¿no?

-¿Le llamas descanso tener que cuidarte de pervertidos y peleas en un bar? Antes de que Yibo respondiese, prosiguió.

-Olvídalo, Haz lo que te dije. También diles que tienen un día libre.

Yibo buscó entre los contactos de Zhan y envió ambos mensajes, agregando una buena suerte al de Gong Jun con varios pasos que debería seguir para que su noche (y posible día siguiente) fuese placentera.

-Realmente eres un buen jefe.

-Es el trabajo de un buen marido el resolver las dificultades de la esposa -dijo Zhan sin pensar. El rostro de Yibo se volvió rojo cuando logró procesar esas palabras y miró a Zhan que trataba de calmar su leve sonrojó.

-Así que... te ves como un buen esposo, ¿ah? Lamento decirte que los buenos maridos no dejan a sus queridos esposos con las ganas.

Yibo cruzó los brazos volviendo a mirar hacia afuera, ocultando una sonrisa satisfactoria.

-Las esposas no besan a sus maridos luego de que ellos...

No terminó la frase, volvió a centrarse en conducir e ignoró las provocaciones de Yibo hasta que llegaron a la mansión.

Antes de que Yibo se bajase, Zhan lo agarró de la muñeca y tiró de él. Su rostro maquillado quedó a escasos centímetros del suyo. Con la punta de sus dedos rozó los lugares que Yibo había retocado.

-¿Cuándo aprendiste a maquillarte? -preguntó mientras recorría las pestañas y mejillas. El joven suspiró ante este roce tan delicado, su corazón latiendo con fuerza.

-Te lo dije antes. No soy el hombre que conocías antes. -sostuvo la mano de Zhan y mantuvo el contacto mientras miraba al mayor-. Dime, ¿te gusta este nuevo Yibo?

Sus latidos aumentaron y su respiración se volvió irregular. Zhan se mantuvo en silencio observando los cambios fisiológicos del hombre y su corazón se ablandó un poco.

-Lo prefiero al anterior -dijo echando un vistazo a los labios entreabiertos de Yibo-. Mucho más.

Acarició con un dedo esos labios rosados que aún mantenían el color del labial, cuando Yibo lamió la punta del dígito, Zhan no pudo evitar inclinarse y besarlo. Agarró su nuca con fuerza y atrajo el cuerpo del hombre hacia él. Introdujo la larga lengua en su boca y comenzó a juguetear con la de Yibo, provocando varios gemidos y sonidos húmedos.

Yibo agarró el cabello oscuro de Zhan y profundizó el beso lo más que pudo. Solo se detuvieron para tomar aire e inmediatamente después volvían al asalto. Cuando ambos quedaron satisfechos, Zhan abrió las puertas del auto y arrastró a Yibo hacia la mansión. El joven solo lo seguía en silencio pensando en lo que harían una vez llegasen a la habitación. Sonriendo, apretó la mano de Zhan que lo guiaba y apresuró el paso.

  ¡Esposo, Tu Esposa Necesita Un Castigo!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora