El Matiz de Azul || TK

Capítulo XXXI

Capítulo XXXI:
Momento importante

El gran día había llegado. El sol brillaba con intensidad en el cielo despejado, un día radiante que prometía ser perfecto para la exposición de las fotos de Jungkook. En la casa de Taehyung y Jungkook, todo era un torbellino de actividad mientras ambos se preparaban para el evento.

Jungkook vestía un traje elegante de color negro, con una camisa blanca y una corbata azul oscuro, que resaltaba sus ojos. Su cabello estaba cuidadosamente peinado hacia un lado, dándole un aire sofisticado y artístico.

Taehyung, por su parte, lucía un traje a medida de color azul marino, que realzaba la tonalidad de su cabello azul. Su camisa blanca estaba impecablemente planchada, y llevaba una corbata de un azul más claro que hacía juego con los detalles de su traje.

Ambos estaban nerviosos pero emocionados, listos para compartir este importante momento en la carrera de Jungkook. Sus corazones latían con fuerza, y sus sonrisas reflejaban la confianza en el éxito de la exposición.

La casa estaba llena de amigos que habían venido a apoyarlos, cada uno emocionado por lo que el día tenía reservado. Era el comienzo de un nuevo capítulo en la vida de Jungkook y Taehyung, y estaban listos para enfrentarlo juntos.

Los minutos avanzaban y la tensión en la casa aumentaba a medida que se acercaba la hora de la exposición. Jungkook estaba revisando una y otra vez los detalles finales de sus fotografías, mientras Taehyung hacía lo mismo con la organización del evento.

Jimin, Yoongi, Hoseok, Jin, Namjoon y Hwasa también estaban ocupados ayudando con los últimos preparativos. Cada uno tenía su tarea asignada, desde la decoración hasta la música que sonaría durante la exposición.

Finalmente, llegó el momento de partir hacia el lugar de la exposición. Taehyung y Jungkook se miraron con una mezcla de emoción y nerviosismo. Habían trabajado arduamente para este día, y ahora estaba a punto de materializarse.

El lugar de la exposición era una galería moderna y espaciosa en el centro de la ciudad. Las paredes blancas estaban listas para recibir las fotografías de Jungkook, y las luces estaban perfectamente ajustadas para resaltar cada detalle de su obra.

El sol del atardecer teñía el cielo de tonos cálidos mientras todos se dirigían hacia la galería. El ambiente estaba lleno de expectación y anticipación, y Taehyung y Jungkook caminaban juntos, apoyándose mutuamente en este emocionante viaje.

La sorpresa de ver a Rosé en la exposición fue evidente tanto para Taehyung como para Jungkook. Rosé lucía deslumbrante, vestida con un elegante vestido negro que resaltaba su belleza natural. Su cabello estaba perfectamente peinado y su maquillaje realzaba sus rasgos delicados.

Taehyung mantuvo una sonrisa de cortesía mientras Rosé se acercaba, haciendo una pequeña reverencia como gesto de saludo. Sus palabras fueron educadas y cordiales, dejando que Jungkook tomara la decisión sobre si su presencia era bienvenida o no en ese momento.

Jungkook, a pesar de la sorpresa inicial, respondió con amabilidad y sinceridad. Agradeció la presencia de Rosé y reconoció la importancia de la exposición para él. Aunque ya no fueran pareja, parecía dispuesto a mantener una actitud respetuosa y madura.

La presencia de Rosé en la exposición agregó un elemento inesperado a la noche, pero Taehyung y Jungkook decidieron enfocarse en su arte y en sus amigos, quienes compartieron con entusiasmo este importante momento en sus vidas.

El ambiente en la galería se llenó de charlas animadas y risas mientras los invitados comenzaban a explorar las fotografías de Jungkook. Cada imagen capturaba la esencia de momentos únicos y evocaba una variedad de emociones en quienes las contemplaban.

Taehyung y Jungkook se movían entre los visitantes, explicando su proceso creativo y compartiendo historias detrás de algunas de las fotografías. El apoyo y la admiración de sus amigos eran evidentes en cada palabra y gesto.

A medida que avanzaba la noche, Rosé se unió a varias conversaciones y parecía disfrutar de la compañía de los presentes. Su presencia no causó ninguna incomodidad evidente, y tanto Taehyung como Jungkook se centraron en su exposición y en la gente que venía a apreciar su arte.

El tiempo pasaba volando y la exposición estaba siendo un éxito rotundo. Los elogios y aplausos llovieron sobre Jungkook, quien se sentía abrumado por la calidez y el aprecio de todos los presentes.