El Matiz de Azul || TK

Capítulo XXVIII

Capítulo XXVIII:
Hablemos verdades.

Al día siguiente, tras despedir a Taehyung, Jungkook tomó su teléfono y marcó el número de Rosé.

"¿Amor?" Se escuchó la voz de Rosé al otro lado de la línea.

"Rosé, ven ahora mismo a la casa. Necesitamos hablar", dijo Jungkook, y colgó antes de darle la oportunidad de decir algo más.

Aproximadamente media hora después, Rosé llegó a la casa. Aunque aún llevaba la misma ropa de la noche anterior y lucía visiblemente maquillada, ninguno de los dos dijo una palabra mientras la dejaba entrar. Se dirigieron a la sala y se sentaron frente a frente, y finalmente, Rosé, con curiosidad y preocupación en sus ojos, preguntó: "¿Qué sucede, mi amor?"

Con una mirada que mezclaba frustración y desilusión, Jungkook sacó su teléfono y mostró las fotos tomadas en el bar el día anterior. Sin pronunciar una sola palabra, le dio a Rosé la evidencia visual de sus acciones. Las imágenes hablaban por sí mismas, dejando en claro que las sospechas de Jungkook eran ciertas.

"Algo que decir?" inquirió Jungkook en tono serio, su voz apenas contenía emociones.

Rosé sollozó, sus lágrimas cayeron por su rostro mientras su mirada se clavaba en las imágenes. "Esto no es lo que piensas...", murmuró con voz temblorosa, pero sus palabras parecían vacías ante la evidencia irrefutable.

"No quiero saber más de ti, terminamos", afirmó Jungkook de manera firme, cerrando cualquier posibilidad de reconciliación. Su corazón latía con fuerza, mezclando el dolor de la traición con la decepción de haber confiado en alguien que no era lo que parecía.

Las palabras de Rosé rompieron el silencio, su voz llena de desesperación y arrepentimiento. "¿Tú me puedes ser infiel y yo no a ti? ¿En qué clase de injusticia vivimos?", exclamó entre lágrimas, su voz quebrándose con cada palabra.

Las palabras de Rosé se grabaron en la mente de Jungkook, sus pensamientos se volvieron un torbellino de confusión. Suspiró pesadamente, sintiendo la pesadez del momento. "¿Qué?", murmuró, su voz cargada de incredulidad. La necesidad de saber más lo embargaba, aunque ya la confianza había sido dañada.

Ella sollozó mientras confesaba su suposición sobre Taehyung. "Mi amor, no me termines... Iniciemos de cero", imploró Rosé entre lágrimas.

Jungkook escuchó a Rosé mientras sus ojos reflejaban incredulidad y sorpresa. Las palabras de ella lo golpearon como una maza, haciéndole sentir una mezcla de emociones difíciles de manejar. Las lágrimas de Rosé y su súplica de empezar de nuevo causaron un torbellino en su mente.

Jungkook solo soltó un suspiro, su expresión reflejaba un conflicto interno que lo atormentaba. Finalmente, se armó de valor y declaró con determinación: "Lo siento, pero no. A mí me gusta otra persona ya... Y si lo sabes... Mejor dejemos de dañarnos y avancemos". Su voz sonaba firme, aunque su corazón latía con fuerza ante la situación.

Rosé, desesperada y angustiada, gritaba entre sollozos, suplicando que Jungkook reconsiderara su decisión. Sus palabras se mezclaban con lágrimas, y su voz quebrada expresaba un profundo arrepentimiento.

Pero todo eso cayó en oídos sordos. Jungkook, manteniendo su determinación, la acompañó hasta la puerta y le dijo un adiós sin miramientos. Las palabras finales de su relación resonaron en la casa, dejando una sensación de cierre y liberación en el aire.