۞𝐿𝑎𝑧𝑜𝑠 𝑞𝑢𝑒 𝑛𝑜𝑠 𝑈𝑛𝑒𝑛۞

🌱𝐌𝐨𝐨𝐧🌱

Raptor abrió los ojos como platos, por alguna razón tenía un mal presentimiento. Se sentó en la cama y vio a Sparta hablar con...Moon.

Moon: Se levantó el inútil — la kitsune mostró sus afiliados dientes en una sonrisa burlona.

Raptor: Cinco años, ¡Cinco años! Pasaron desde que me llamaron inútil, y cuando creí que por fin me libre viene un kitsune y me lo restriega por la cara.

Moon: Lo inútil no se quita de la noche a la mañana, querido reptil.

Sparta: ¿Podemos dejar lo del inútil para luego? — Moon cambió a su forma humana Kitsune.

Moon había desaparecido después que terminó la pelea con el Gran alfa; nadie volvió a saber nada de ella después que ayudara a Mayo a conseguir el diamante de fuego. Sparta buscó a Moon pero ella desapareció, aunque a veces ella estaba más ausente que presente le tenía bastante cariño. Ella lo había salvado varias veces.

Moon: Veo que habéis crecido, fufufu, pero sigue estando esta relación más lejana que la relación entre una tortuga y una calabaza.

Sparta: Desapareciste después de ayudar a Mayo y no supimos más de ti. Pensé que te habías ido — la kitsune se teletrasportó al lado de Raptor.

Moon: Ese resfriado parece grave. ¿El conejito se va a morir? — dijo mientras le ponía una mano en la frente.

La albina percibió que no estaban para juegos, bueno que ya habían madurado lo suficiente para hacerle caso. Por una parte estaba aliviada que estuvieran creciendo.

Moon: El poder de un Kitsune es maravilloso, ¿Lo sabían?. Desde poder ver el futuro, el pasado y poseer un poder para cambiar el rumbo de cualquier humano — acarició sus colas algo pensativa — Cometiste un error al salir fuera, Raptor. Sabías que iba a empeorar.

Antes de que Sparta pudiera preguntar porque lo decía una gran burbuja salió de la nariz de Raptor. La burbuja encerró a Moon sin querer. Sparta se quedó anonadado.

Moon: Resfriado de burbujas de dragón. Común en los dragones, pero tú caso es excepcional. A este paso podrás hacer una burbuja tan grande que eleve todo el reino. Y no queremos eso, ¿Verdad? — reventó la burbuja con su uña.

Sparta: ¿Eso es verdad? — miró a Raptor quien ya estaba desviando la mirada.

Raptor: No quería decírtelo, pero creo que sí me quedo unos días en casa mejoraré. Andrea también se ofreció a ayudarme. Ella es un elfo, sabe lo que hace.

Moon: Ya, y a ti no te siguen dando miedo las orugas. Sabes que te puedes curar más rápido con otra ayuda — jugaba con el cabello del pelirrojo.

Raptor: ...

Sparta se quedó pensando, no pasaría nada dejándolo solo en casa, pero si Moon estaba insistiendo era porque quería algo.

Sparta agarró a Moon y se la llevó a la entrada de la casa, quería preguntarle algo en privado. Cuando ya estaban solos Sparta empezó a hablar.

Sparta: ¿Dónde está el truco? — Moon sacó la lengua sonriendo.

Moon: Cuando eras más joven eras muy ingenuo, ¿Donde está el Sparta que yo conocí? — la cara del susodicho lo decía todo — Vale, me pillaste. Quiero pedirte un favor.

Sabía que le debía a Moon muchas cosas: le había llevado hasta la aldea,  le salvó una vez y ayudó con el diamante de fuego.

Sparta: ¿Qué quieres?.

Moon: Los restos del diamante de fuego.

Casi se cae cuando lo mencionó. No se podía creer lo que había escuchado. Parpadeó varias veces antes de seguir.